Leo Maciá, natural de Caudete (Albacete), ha hecho una gran carrera de fondo con un particular objetivo solidario. Esta albaceteña ha corrido 101 kilómetros en 23 horas con el propósito de recaudar fondos para montar una radio en el Sáhara. Maciá ha recibido donaciones por cada uno de los kilómetros recorridos, y la recaudación íntegra ha ido destinada a recopilar el equipo necesario para instalar una radio en el corazón de los campamentos de refugiados en pleno desierto del Sáhara.
Una iniciativa cuyo germen nació en 2019, cuando Leo Maciá, una enamorada del atletismo, decidió correr una maratón en el desierto del Sáhara junto a unas amigas. En aquel momento, la atleta pensaba que “esta maratón iba a ser la aventura de mi vida”, pero sin embargo, la verdadera aventura fue “conocer a los saharauis, su historia, su gran capacidad de lucha y su amabilidad”, explica Leo Maciá a El Digital de Albacete, y añade que fue “algo que “nos atrapó” y que supuso “el germen” de este proyecto.
En 2023, Maciá regresó a llevar ayuda humanitaria a los campamentos de refugiados donde corrió aquella maratón, y “nos llevaron a una radio en una jaima de adobe y tela, totalmente precaria”, recuerda, y explica que en ella “trabajan 3 mujeres de entre 25 y 30 años con 2 ó 3 hijos cada una”. Algo que marcó especialmente a la albaceteña, ya que ella misma también se dedica al mundo de la radio. “La gobernadora quiere que los campos tengan una radio para que no estén sumidos en su propia nada y estén informados”, señala, y manifiesta que, por este motivo “montaron su radio, aunque la luz va y viene, y las condiciones son muy precarias. Parece una radio de juguete”.
Esta albaceteña recorrió 101 kilómetros solidarios en 24 horas
De esta forma, la de Albacete visitó por primera vez esta radio en pleno desierto, y se propuso recaudar fondos para mejorar las condiciones del equipo. “Compañeras enfermeras dieron un curso para formar a los saharauis en este ámbito, y pensé que cada uno debía aportar lo que sabía”, recuerda, y añade que “yo sé correr y quería ayudar. En ese momento me estaba preparando la carrera de los 101 kilómetros que organiza la Legión, disputada en Ronda (Málaga), así que decidí vender kilómetros solidarios e invertir ese dinero en comprar el equipo necesario para mandarlo al desierto y que pudieran montar su radio en condiciones”.
Finalmente, la atleta vendió todos los kilómetros de forma virtual y reunión “1.700 euros”, recuerda, en una carrera que finalizó tras 23 horas en las que recorrió más de un centenar de kilómetros. “Llevaba un año entrenando para esta cita, y después de correr en el desierto, este era mi siguiente reto”, explica, y manifiesta que “hay que tener mucha paz interior y mucha calma, además de una motivación”.
Sin duda, la de esta albaceteña era muy clara: montar una radio en el Sáhara, lo que le dio mucha fuerza en los momentos de flaqueza, mientras recorría cada uno de los 101 kilómetros que la separaban de su objetivo. “La rabia me tiraba de las piernas y también el hecho de intentar no defraudar a la gente que había confiado en mí”, indica. Había un reto personal complicado, en lo deportivo por un lado, y también pensando en las mujeres de la radio en el desierto”, señala.
Finalmente, zancada a zancada, y con “un ritmo muy bajito, mucha técnica y una alimentación medida casi al milímetro”, la atleta llegó a la meta. Precisamente fue esta misma meta a la que llegaron los equipos nuevos para la radio del Sahára, que llegaron a aquella jaima de adobe y telas el pasado 1 de diciembre.
Una radio en pleno desierto del Sahara
“Desde mayo hasta ahora he ido recopilando el equipo, y más gente ha hecho donaciones y colaborado de distintas formas”, recuerda Leo Maciá, y explica que “lo enviamos todo a través de una persona que se dedica a recoger paquetes y los lleva al punto exacto de los campamentos de refugiados del Sáhara que le digas”. Una situación que también sumió en incertidumbre a Leo Maciá, ya que “al transportista se le rompió la furgoneta y estuvimos casi 3 semanas sin saber nada de él porque la cobertura no es buena”. Eso sí, finalmente, esta historia terminó el pasado 1 de diciembre con un final feliz, cuando, por fin, “me enviaron una foto de los equipos en la radio”, indica a El Digital de Albacete.
De este modo, auriculares, tarjetas de memoria, ordenadores, micrófonos y el resto del componentes necesarios para las emisiones han llegado hasta los campos de refugiados saharauis en Tinduf. “Antes tenían una radio de juguete, que se caía”, recuerda Maciá, que ha completado su objetivo, y que además le ha “abierto el alma”, asegura.
Lo que nació del corazón de esta albaceteña ha llegado al corazón del Sáhara gracias a sus piernas y a la solidaridad de las personas, y ahora, las tres mujeres saharauis encargadas de la radio en pleno desierto podrán contar historias con los nuevos equipos que esta albaceteña, zancada a zancada y a base de esfuerzo, ha conseguido recopilar tras correr los 101 kilómetros llenos de solidaridad de la carrera de la Legión para contribuir con este proyecto.