Mucho se ha hablado y escrito de las declaraciones contra su afición de Alberto González en la rueda de prensa que ofreció el entrenador del Albacete en el Pepico Amat de Elda después de que su equipo hiciera el ridículo y sus seguidores se lo recriminaran. Este viernes, Alberto pasaba de nuevo por sala de prensa y ha terminado pidiendo perdón, pero porque un periodista se lo ha dicho, y no porque de él haya salido voluntariamente en primera instancia. Según Alberto, se equivocó a la hora de comunicar su mensaje en la forma en que lo hizo.
Comenzó Alberto diciendo que “he vivido una semana con un poco más de tensión de la cuenta. No estoy pendiente de los medios, pero ha habido revuelo y así me han informado desde el club. Soy consciente del revuelo tras esas declaraciones, pero me mantengo firme en mi trabajo y en qué es en lo que tengo que poner el foco. En lo que al trabajo con la plantilla respecta, ha sido una semana normal”
Lejos de disculparse en primera instancia, el entrenador del Albacete argumentaba que “no creo que mis declaraciones se hayan malintrerpretado, sino que el mensaje lo habré comunicado mal yo. No puede ir todo el mundo en una dirección y yo en la contraria, sino que lo he comunicado mal. Quiero explicar hoy mejor qué es lo que quise decir en aquella rueda de prensa tras el partido en Elda. Hice una autocrítica y dije claramente que habíamos hecho un mal partido, y por otro lado, hice otra autocrítica de la coordinación con la que fuimos tras el partido hacia la afición. Creo que hubo muy mala coordinación por nuestra parte y yo no la entendía, ni en cuanto a distanciamiento de unos respecto a otros con el público, ni en cuanto a tiempo de estar con el público. Estuvimos descoordinados, y como equipo hay que hacerlo todo junto. No actuamos de la manera correcta. Parece que si uno se acerca más que otro, es que a ese le duele más que a otro. Y así nos perjudicamos nosotros mismos porque puede dar pie a señalar a jugadores. A todos nos duele igual y por estar más lejos, a ese jugador no le duele más. Hay que estar todos juntos, y no unos más tiempo ni más cerca. Lo que hagamos tenemos que hacerlo juntos. Esa es la autocrítica que hice para nosotros mismos, y luego hay otra hacia algunos aficionados que insultaron a los jugadores. Los insultos no se pueden tolerar nunca. Los que insultaron se esconden entre la masa y no se puede nunca defender el insulto. El trato que he dado a la afición siempre ha sido bueno y he lanzado siempre el mismo mensaje, y es que juntos somos más fuertes. El trato que he dado siempre a la afición ha sido correcto y siempre la he defendido. ¿Cómo voy a atentar yo contra mi propia afición? No tiene sentido. Evidentemente, transmití mal lo que quería decir. No critico a la afición. Me duele que se piense que voy contra mi afición, no creo que yo me haya comportado así. Me he podido equivocar. Ahora trabajaremos de manera colectiva la manera de coordinar como conectar con la afición. En esos momentos, yo estoy en la distancia. Por detrás. Los técnicos estamos en segundo plano. Los aficionados quieren conectar con los jugadores más que con el entrenador”.
Tras no pedir perdón de manera clara por sus palabras en Elda hacia los aficionados, uno de los profesionales de la comunicación le preguntó a Alberto si quería o estimaba que tenía que pedir perdón, diciendo ahora sí el entrenador del Albacete que pedía “disculpas con humildad y honestidad. El que se ha equivocado en el mensaje he sido yo, evidentemente, pero no en mi manera de pensar, sino en la manera de comunicar el mensaje. Mi intención era describir una situación con la que no estaba de acuerdo, pero no por la afición, sino por la descoordinación con la que hicimos nosotros lo que se hizo. Cuando dije lo que dije es porque creía que no era la forma de hacerlo ni de proceder, pero no por la afición, sino por cómo hicimos lo que hicimos nosotros cuando fuimos hacia la afición”.
Sobre los famosos insultos de los que Alberto habló por parte de aficionados hacia los jugadores, el entrenador ha dicho este viernes que “fueron insultos concretos de personas puntuales. No podemos hacernos los tontos con que los insultos no suceden. En Elda, suceder, sucedió. No sé cuantos fueron los que insultaron, pero no se pueden aceptar nunca los insultos. Son inaceptables. No creo que debamos proteger eso. No es generalizado, para nada, pero tampoco podemos permitir los insultos de manera particular. Es mi opinión”.