La voz de Jana resonaba este miércoles, 13 de noviembre, en las puertas de la Ciudad de la Justicia de Albacete. Esta niña albaceteña fallecía a los dos años de edad por una presunta situación médica que su familia ha denunciado por la vía penal.
Este miércoles, estaba prevista la declaración en calidad de investigado de un médico del hospital QuirónSalud Santa Cristina por un presunto delito de homicidio imprudente. Contra este especialista médico, Tamara y Juan Antonio, padres de la menor fallecida, interponían una querella criminal por la muerte de su hija Jana, de dos años.
La causa de la muerte de Jana en Albacete
Los hechos se remontan a enero de 2023, cuando la pequeña albaceteña falleció a causa de un shock tóxico estreptocócico provocado por una infección de estreptococo pyogenes. Una muerte que según los progenitores “pudo haberse evitado con una sencilla prueba”, asegurando que el motivo del fallecimiento de su hija fue “la completa dejación de funciones” por parte del médico que atendió a la pequeña en un primer momento en Urgencias del mencionado centro hospitalario, asegurando que este profesional “no le practicó ninguna prueba ni exploración”, y por tanto no pautó el tratamiento específico que podría haber salvado la vida de Jana.
Esta dolorosa pérdida llevaba a estos padres a concentrarse este miércoles ante la puerta de los Juzgados de Albacete. Una concentración en la que han estado arropados por familiares, amigos, conocidos y representantes legales, así como otros padres que se están enfrentando a su misma situación y que están pendientes de juicio por vía penal.
Tamara, la madre de la pequeña, relataba a El Digital de Albacete que Jana “empezó con fiebre en la noche del 10 de enero de 2023”, concretando que “llegó a alcanzar los 40 grados”. Ante las sucesivas subidas de fiebre que experimentó la menor durante la noche y debido a la sintomatología que presentaba, su madre decidió trasladarse de madrugada con ella a las Urgencias del mencionado hospital en Albacete capital.
“La fiebre no le remitía y lo que a mí más me asustó es que la niña no respiraba bien, tenía la respiración acelerada al igual que el corazón y tampoco se sostenía en pie”, recordaba Tamara, añadiendo que además la pequeña “también tenía náuseas”. Un cuadro médico que preocupó a la madre de esta niña de Albacete ya que “otras veces había tenido la misma fiebre pero había estado jugando a mi lado”, detallaba.
A su llegada a las Urgencias del centro médico y tras tomar nota del motivo de su consulta, “la persona que había en el puesto fue a avisar al médico, ya que no se encontraba en consulta”, indicaba Tamara, sospechando que debido a que era de madrugada “estaría descansando”. De este modo, relataba esta albaceteña que “cuando llegó a consulta el médico ni siquiera me dio las buenas noches. Se quedó mirándome, siendo yo la que inicia la conversación y le cuento lo que le notaba a la niña”. Tras relatarle los síntomas que presentaba Jana “me preguntó que cuánto tiempo llevaba así”, manifestaba la madre de la pequeña, quien asegura que el facultativo le respondió: “¿Y qué quieres que haga si solo lleva seis horas de evolución? No puedo mirarla”.
Recuerda que en ese momento el médico “salió de la consulta y entró una enfermera que al ver que no le habían tomado la fiebre, finalmente le toma la temperatura”. Así, puntualizaba la madre de la menor que “desde el box le dijo al médico que en ese momento Jana tenía 38.8 grados de temperatura”, tras lo que el médico regresó a la consulta, instante en el que la pequeña “tuvo una náusea con un pequeño vómito, por lo que el médico no la llegó a mirar”, asegura la madre de Jana. En este punto, manifiesta que el facultativo “lo único que me dijo es que tenía la garganta roja”.
El dolor de esta madre de Albacete
Tras ello, asegura Tamara que en ese instante el médico le preguntó “si yo veía mal a mi hija”, a lo que la madre de esta niña de dos años volvió a trasladar al facultativo su preocupación por los síntomas de la pequeña: “yo no traigo a mi hija a Urgencias de madrugada por gusto y no la traigo por la fiebre que tiene ahora, sino porque mi hija en otras ocasiones ha tenido esta fiebre y no ha estado mal, pero tiene el corazón acelerado, la respiración agitada, náuseas y apenas se tiene en pie”. Una reflexión a la que sostiene que el médico que las estaba atendiendo le dijo que “tu hija no está mal”, asegurando que “no le hizo más exploración a mi hija, ni le miró síntomas meníngeos, ni nada, aunque lo ponga en el parte que después me dieron”.
Además, explica que el facultativo le recomendó “seguir dándole la misma medicación que le estábamos dando, y si seguía así al día siguiente, refiriéndose al jueves y no al miércoles, la llevase a su pediatra”. Además, desvelaba la madre de la niña que “la consulta, desde que entramos por la puerta de Urgencias, nos registramos, el enfermero va a buscar al médico, le hace la supuesta exploración a mi hija, hace el parte, y nos marchamos… duró en total once minutos”, un tiempo que esta madre albaceteña consideraba que “este tiempo lo dice todo y es que en once minutos no te da tiempo a prácticamente a nada”, enfatizando que “no son once minutos de exploración, sino que es el tiempo que transcurre desde que entramos hasta que salimos del hospital”.
“El trato del médico fue malísimo, pero realmente esto no era lo que me importaba, sino que no vio a mi niña”, ponía de relieve Tamara. Así la pequeña pasó la mañana en casa, tiempo en el que “la fiebre había remitido pero había vomitado de vez en cuando”, trasladaba la madre de la menor, sospechando que “podría ser un virus de la barriga”. Pero al regresar del trabajo, “mi hija tenía peor aspecto, estaba blanquecina, los labios se le estaban empezando a poner morados y estaba muy fría”, recordaba la madre de Jana.
Por todo ello, los progenitores volvieron a llevar a la pequeña a su hospital de referencia donde la atendieron porque “estaba deshidratada”, tal y como comparte Tamara con El Digital de Albacete. Sin embargo, la situación de la niña no mejoraba y “al rato de estar allí nos dijeron la que iban a derivar al Hospital General Universitario de Albacete”, insistiendo en que “los médicos solo nos decían que estaba deshidratada”.
La menor fue trasladada al Hospital de Albacete en ambulancia donde fue ingresada en la UCI. Entre lágrimas, Tamara recordaba que “cuando mi niña entró en la UCI yo me despedí de ella en la puerta del ascensor y ella solo me llamaba. Mi niña entró en la UCI hablando”. Al rato de estar en la UCI el médico les trasladó a los padres de Jana que la menor de dos años “estaba grave y que había tenido una parada cardiorrespiratoria, pero que la habían podido reanimar muy pronto y que no nos preocupáramos”. Preocupados ante el empeoramiento de su hija quisieron saber qué era lo que tenía la pequeña, pero “nos dijeron que todavía no lo sabían, pero que mi hija iba salir por su propio pie de la UCI. Mi hija fue la única que no salió esa noche de la UCI”, relataba devastada esta madre.
Juan Antonio y Tamara pudieron pasar a estar con su hija, instante en el que la menor volvió a sufrir una nueva parada. Fue precisamente tras este episodio cuando los facultativos confirmaron el diagnóstico de la pequeña y es que “tenía un shock séptico por estreptococo y estaba grave”, recordaba angustiada su madre. Sin embargo, Jana sufrió otras dos paradas cardiorrespiratorias “y a las 6:40 horas del día 12 de enero de 2023 mi hija falleció”.
Una bacteria muy común causó el fallecimiento de Jana en Albacete
“El estreptococo es una bacteria que es muy común”, explicaba Tamara a El Digital de Albacete, detallando que puede ser la causante de “faringitis que pueden ser víricas o bacteriana”, indicando que en este segundo caso “se puede tratar con un antibiótico”.
En relación a la detección de este tipo de bacteria, matizaba esta albaceteña que “se detecta con una PCR de garganta, como el COVID, y el resultado de la prueba te lo da enseguida”.
Sin embargo, ponía de relieve que “a mi hija no se le hizo nada de esto”, recordando que en ese instante además “existía una alerta sanitaria que se había publicado en el mes de diciembre en Reino Unido, y que en España también la emitió”, alertando especialmente a los profesionales pediátricos. De hecho, recordaba a El Digital de Albacete que tan solo un mes antes de este trágico episodio “Jana había estado mala de la garganta le hicieron esta prueba y dio negativo”, pero un mes después “nadie se molestó”.
Pero además, confirmaba Tamara que el doctor que atendió a Jana en su primera visita a Urgencias “tiene publicado un estudio como médico principal que dirige el trabajo sobre estreptococo pyogenes tipo A en edad pediátrica”. Un estudio, en el que detalla esta madre albaceteña que el propio facultativo “describe todos los síntomas que llevaba mi hija y done él mismo dice que hay que aplicar un antibiótico en caso de duda o de sospecha. Y me dejó sin mi hija porque una simple prueba le podría haber salvado la vida”. “Si le hubiese hecho un pequeño triaje, si el hubiera hecho simplemente algo, hubiera visto que mi hija no estaba bien”, trasladaba Tamara. Además, rota de dolor desvelaba que “el día después de enterrarla mi niña hubiera cumplido tres años”.
Tras lo ocurrido estos padres de Albacete denunciaron ante la justicia esta situación porque “el médico no hizo nada”, incidiendo en que “existe un protocolo, él mismo tiene publicado un estudio, existía una alerta sanitaria…”. Los padres de Jana decidieron optar por la vía penal pese a las dificultades que han encontrado para ello, insistiendo en que lo que ocurrió “no fue un error de diagnóstico, es decir no fue una negligencia médica porque no hizo ningún diagnóstico, sino que se lo inventó porque no hizo ninguna exploración”, de modo que consideran que se trató de “una omisión porque no cumplió con su deber; es una completa dejadez de funciones”.
La madre de Jana ha asegurado que admira a los médicos, porque “tienen un trabajo muy complicado”. Sin embargo, puntualizaba que “hay médicos que tienen vocación por ser médicos, pero luego también hay quien estudia Medicina por tener una reputación, por un estatus o por que en su familia hay médicos”, asegurando que “éstos no son médicos”. Al respecto, subrayaba que “los médicos son aquellos que se preocupan por su profesión y que se preocupan por los pacientes”. Reconocía que “fallos siempre puede haber como en cualquier otra profesión, pero para tener fallos hay que hacer algo”, recordando que “lo único que se le hizo a mi hija de triaje fue tomarle la temperatura y lo hizo una enfermera”.
El padre de esta niña de Albacete, Juan Antonio, recocía que “pedir justicia es lo único que nos queda porque a ella no nos la pueden devolver”, y expresaba que al llevar su caso ante la Justicia “lo que queremos es que esto no vuelva a suceder”. Solicitaba que “le pongan una condena ejemplar y que no le ocurra a ninguna familia más lo que nos ha pasado a nosotros”.
“Hoy es un día muy difícil”, expresaba Juan Antonio, pero recordaba que tras la pérdida de su hija “todos los días son difíciles”. El matrimonio tiene una otra hija de ocho años que “también lo ha pasado muy mal y que sigue en tratamiento psicológico por todo lo que pasó con su hermana”, señalaba su padre, subrayando que “estaban muy unidas”.
Concentración a las puertas de la Ciudad de la Justicia de Albacete
Tamara quería hacer saber con esta concentración a las puertas de la Ciudad de la Justicia de Albacete que “lo que queremos es que los médicos no se sientan impunes, que sepan que la gente sabe lo que pasa y que estamos preparados para luchar por nuestros hijos y por nuestras familias”. “Mi hija era un ángel”, trasladaba esta madre albaceteña, quien aseguraba que “el tema de los médicos es súper difícil”.
En este punto incidía en que “cuando empieza el procedimiento judicial en contra de un médico, el corporativismo que tienen entre ellos es increíble”, puntualizando que “nos hemos encontrado todas las puertas cerradas y nos han llegado a reconocer que nuestra hija ha fallecido por dos negligencias”. De hecho expresaba que “por la vía civil sí que defendían los informes, pero por la vía penal no”. Y es que esta familia de Albacete considera que lo ocurrido “es un delito penal”.
“Para mí no hay justicia ni dinero que me pueda devolver a mi hija”, confesaba Tamara, por lo que con esta acción pretenden “que este médico no vuelva a atender a ningún niño más en su vida”. En este punto, trasladaba que “lo que quiero es que se escuche a Jana y que se sepa lo que pasó por no hacer nada”. De este modo, señalaba Tamara que “la vida de una persona a la que queremos no se paga con dinero, para mí no hay dinero en el mundo que me page la muerte de mi hija porque le quedaban muchos años por vivir». Rota de dolor, confesaba la madre de esta niña que “no es justo”, recordando que “hoy hace 22 meses que enterramos a nuestra hija».
Mariano López, abogado de la familia, explicaba que los padres de Jana “me encargaron llevar el asunto por la vía penal, formulando una querella criminal”. En este punto recordaba el letrado que esta querella “lleva tiempo en tramitación y está ahora mismo en el Juzgado de Instrucción Número 2”, trasladando que “para la mañana de hoy está prevista la declaración del investigado”.
Explicaba el abogado de la familia de Jana que a este médico se le investiga “porque en la querella se le acusa de un presunto delito de homicidio imprudente”, puntualizando que “se considera que la atención que se le prestó desde que llegaron al centro sanitario fue totalmente deficiente”. En este punto recordaba que tal y como le trasladaba la familia de la pequeña esta atención “duró unos minutos”, trasladando que “lo único que se le dijo, sin realizar ningún tipo de exploración, fue que si le persistía la fiebre o seguía mal acudiese al pediatra”.
Alerta sanitaria en Albacete y el resto de Castilla-La Mancha
Sin embargo, ponía de relieve Mariano López que “no se le practicó una prueba fundamental para la detección de bacterias y que en aquella época era muy frecuente porque existía una alerta sanitaria en Castilla-La Mancha”, reconociendo que “con una simple prueba, en unos minutos hubiera sabido si esa infección era bacteriana, y se le podría haber suministrado antibiótico”. Al respecto, desarrollaba que con la administración de este antibiótico “en la mayoría de estos casos se soluciona el problema”, exponiendo que “con este tipo de bacteria las posibilidades son cada vez más enormes en el transcurso del tiempo de fallecer”, que fue lo que finalmente ocurrió, concluye el abogado.
“La querella es por homicidio imprudente porque la muerte tiene una relación de causalidad con el tratamiento, es decir, no es un error de diagnóstico, sino que no se le realizan las pruebas adecuados y que los protocolos establecían”, trasladaba Mariano López a El Digital de Albacete, incidiendo en que se trataba de “una prueba que se hace muy rápido, como si fuera un asunto nimio cuando tenía su trascendencia”.
Por el momento tenía que llevarse a cabo la declaración de este médico en calidad de investigado, detallado el abogado de la familia que “también hay testigos de cómo estaba la niña y de cómo se encontraba cuando se le lleva al hospital, los informes de los médicos forenses, pruebas periciales y todo esto se llevará al Juzgado de Instrucción”. En este punto, aclaraba que “cuando finalice este proceso será el momento de calificar los hechos concretamente y realizar el registro de acusación”. “La familia lo único que quiere y pretende es poner esto en conocimiento y que pueda recibir su castigo la persona que no hizo el trabajo adecuadamente y que estos hechos no vuelvan a suceder”, trasladaba Mariano López.
Puesto en contacto El Digital de Albacete con Hospital QuirónSalud Santa Cristina preferían no hacer declaraciones al respecto, dejando en manos de la Justicia el caso.