El SIBO es una enfermedad intestinal que se produce por el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino. Como uno de sus síntomas principales destaca la hinchazón abdominal, entre otros. El SIBO afecta a muchas personas, y en el último año se ha convertido en la enfermedad del momento, habiéndose desatado a través de redes sociales una auténtica fiebre al respecto, puesto que solo hace falta buscar su nombre en Internet para encontrar un largo historial de usuarios hablando sobre ello. Un fenómeno que ha llegado hasta Albacete, puesto que también es uno de los temas que tratan con frecuencia los sanitarios de la ciudad.
Respecto a esta patología cabe destacar que aunque es una enfermedad real, es complicado detectarla incluso para los profesionales sanitarios, que deben tener en cuenta muchos factores, y que en la actualidad una corriente en Internet hace creer a la población general que se puede autodetectar con test de dudosa fiabilidad que se venden a través de la red por precios que rondan los 300 euros.
Esta situación ha llevado a que muchos posibles afectados compren test por internet que supuestamente detectan esta bacteria intestinal. Eso sí, los expertos alertan sobre ello, puesto que tienen que contar con varios criterios para que sean fiables, y por supuesto, que se lleven a cabo en las condiciones idóneas y siempre supervisados por un especialista.
Basta tan solo una búsqueda en redes sociales para encontrar miles de testimonios sobre el SIBO. Hinchazón, dolor o diarrea son algunos de los síntomas más repetidos. Una problemática que ha llevado al autodiagnóstico a muchas personas que acuden a las consultas de Atención Primaria pidiéndole a los sanitarios una prueba de este tipo o incluso llevando su propio test.
“Los test deben estar validados, y hay que tener en cuenta la fiabilidad de los mismos y que se realicen de una manera correcta, además de ser interpretados por un profesional”, indica José Carlos Fernández de Cañete, Facultativo Especialista en el Aparato Digestivo en el Complejo Hospitalario de Albacete y profesor asociado en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Además, el doctor subraya que “se pueden dar falsos positivos en personas sanas, por lo que hay que tener mucho cuidado con ellos”.
¿Moda o realidad?
Debido al ‘boom’ de esta enfermedad del aparto digestivo a través de las redes sociales, las personas que acuden a consulta solicitando estas pruebas se han multiplicado, lo cual ha creado un debate: ¿Moda o realidad?
Pues bien, el especialista de Albacete apunta que “lo que se ve en consulta son síntomas muy inespecíficos como hinchazón o diarrea. Son muchos los pacientes que tienen esta sintomatología y quieren ponerle a su enfermedad nombre y apellidos”, puesto que “no siempre es fácil hacer un diagnóstico con las enfermedades intestinales”. “Por una parte, es moda porque las redes sociales y muchas ‘influencers’ crean contenido alrededor del SIBO, de los test, y de los síntomas”, indica, y añade que “hay algunas enfermedades en las que no siempre se llega a un diagnóstico y las personas quieren tenerlo”.
Una situación que se ve afectada por los numerosos avances de investigación en este área, que está en constante evolución. “Se está avanzando mucho en el terreno de la microbiota y de la flora intestinal. Es un campo que está en continua evolución”, manifiesta el doctor Fernández de Cañete, que puntualiza que “en muchos casos no llegamos a saber todo lo que nos gustaría”. “Muchas veces no llegamos a una prueba determinada de diagnóstico”, explica a El Digital de Albacete.
Síntomas y tratamiento
En cuanto a los síntomas del SIBO, estos son de índole muy diversa y van “desde factores ambientales hasta farmacológicos o psicológicos”, entre un gran abanico, tal y como asegura el doctor José Carlos Fernández de Cañete, que añade que “a veces es confuso hasta para los especialistas”.
En lo relacionado a los test, el doctor señala que “es entendible que la gente recurra a esto al ver que no llega un diagnóstico, fruto de la desesperación”, y explica que “hay que tener mucha precaución con estos productos”. En primer lugar, estos test “deben estar validados, realizarse correctamente bajo instrucciones muy rigurosas, ya que pueden darse tanto falsos negativos como falsos positivos”, manifiesta, y subraya que “una vez tenemos los resultados, hay que interpretarlos correctamente, y dicha interpretación debe hacerla un médico especialista que no solo vea el resultado, sino que también tenga en cuenta otros factores como la sintomatología o los antecedentes”.
De hecho, “en las guías clínicas se recomienda solicitar este tipo de pruebas en casos seleccionados y sobre todo, si se tienen problemas de contracción, es decir, de movilidad del intestino, o cuando existe alguna cirugía abdominal”, como indica eldoctor,que añade que “en el resto de casos hay que individualizar mucho el diagnóstico e interpretarlo bien”, puesto que “hay un porcentaje de gente sana que puede salir positiva”.
Las diferencias y precauciones
José Carlos Fernández de Cañete también subraya que “hay que diferenciar entre un SIBO grave y uno leve”, ya que “en términos agravantes se producen problemas importantes como la absorción de nutrientes y vitaminas que pueden llevar a desnutriciones graves o incluso problemas neurológicos”, e indica que “hay que individualizar lo máximo posible puesto que el SIBO también comparte síntomas con otras enfermedades del aparto digestivo”. Por ejemplo, el especialista destaca que “uno de los síntomas principales es la distensión abdominal, pero eso no quiere decir que todas las distensiones abdominales sean por SIBO”, y señala que “hay diversas causas, desde estrés o intolerancias alimenticias, hasta intestino irritable o problemas de la propia contracción del diafragma”.
En lo relacionado al tratamiento del SIBO, Fernández de Cañete explica que se basa fundamentalmente “en una dieta determinada y pautas de antibiótico”, por lo que “es importante estar seguros de que se trata de un caso de SIBO porque no se pueden proporcionar antibióticos de manera recurrente y a la ligera”. Por este motivo, es importante, cuando se hace un diagnóstico de esta índole, “tomar las precauciones necesarias y también buscar la causa que ha podido producir el SIBO para eliminarla. Por ejemplo, la lentitud del intestino o si hay alguna estrechez producida por una cirugía”, destaca, y subraya que “la causa no es solo el sobrecrecimiento bacteriano, sino que hay que ver que es lo que ha producido este sobrecrecimiento”.
En cuanto a la dieta, el especialista explica que “puede ayudar a mejorar los síntomas”, aunque “todavía falta mucha información y ensayos clínicos que con el tiempo se irán desarrollando, aportando luz al conocimiento de la enfermedad y ayudando a los médicos a tratar esta patología, que cada vez es más frecuente”, aunque también pone de relieve la necesidad de “una investigación de calidad” para combatir la falta de información.
Por el momento, las investigaciones continúan y los avances llegan, poco a poco, en esta materia. Las enfermedades del aparato digestivo son delicadas y no siempre cuentan con un diagnóstico fácil debido a su sintomatología común. Eso sí, las recomendaciones de los especialistas respecto a los test que diagnostican SIBO son claras: deben ser test validados, fiables, realizados en estrictas condiciones y siempre de la mano de un especialista.
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