Chloe nació en septiembre de 2016. Según relatan sus padres, “la ginecóloga llegó tarde, y por varias negligencias médicas, la pequeña padece a día de hoy parálisis cerebral». Ocho años después, la familia de la pequeña Chloe, residente en Minglanilla (Cuenca), localidad situada a pocos kilómetros de la provincia de Albacete, ha recibido una sentencia que los indemnizaba con casi 11 millones de euros, pero el proceso no ha terminado, puesto que la parte acusada ha interpuesto nuevo recurso que podría dilatar la situación entre “4 y 6 años más”, como indica Óscar Plá, padre de la pequeña afectada.
Esta indemnización responde a una de las más altas que se han otorgado a causa de una negligencia médica de este tipo en España, aunque el proceso todavía no ha finalizado, ya que “han interpuesto un recurso”, como señala Plá. Una sentencia recurrida que podría sumar “mínimo 4 años más a los 8 que ya llevamos en el proceso”, como explica el padre de Chloe, que manifiesta que “por mucho dinero que me den, mi hija va a seguir teniendo parálisis cerebral, y eso no se lo va a quitar nadie”.
“La ginecóloga llegó varias horas tarde”, explica Óscar Plá, padre de la pequeña, que señala que “fue un parto por la sanidad privada. Lo que hacen es alquilar quirófano y vienen los sanitarios, pero allí no hay nadie que te atienda, generalmente”, indica. “Nos dijo que llegaba en 5 minutos y se convirtieron en 4 o 5 horas”, recuerda, y manifiesta que “podría haber dicho que se iba a retrasar y que atendiese este parto otra persona”. En aquel momento, “pregunté si había alguien de guardia pero me dijo que no había nadie para atendernos”, subraya. Lo cierto es que debido al retraso de la sanitaria, la pequeña sufrió una “gravísima hipoxia intraparto, lo que le provocó graves secuelas”, indica. Cabe destacar, que a “pocos metros había un servicio de Urgencias, no lo sabíamos y no avisaron”, recuerda Plá.
“Por mucho dinero que me den, mi hija va a seguir teniendo parálisis cerebral”
La “pequeña guerrera”, como describen a Chloe en su cuenta de Instagram, ya ha cumplido 8 años, y “7 después ha salido una sentencia”, como indica su padre. El Juzgado ha dictado una indemnización de casi 11 millones de euros, pero la parte acusada “ha interpuesto un recurso que alargará aún más el proceso”, explica, e indica que “llevamos 7 años y nos esperan entre y 4 y 6 más”.
“Por mucho dinero que me den, mi hija va a seguir teniendo parálisis cerebral y eso no se lo va a quitar nadie”, sentencia el padre de la pequeña, que añade que “lo más grave para mí es que esta ginecóloga siga trabajando con total normalidad”. “Que el Colegio de Médicos no la inhabilite es algo que no entiendo, porque además tengo constancia de que el caso de Chloe no es el único”, explica a El Digital de Albacete. Se puede decir que “ha habido Justicia y una sentencia económica”, explica el padre de Chloe, que subraya que “realmente Justicia es que esta mujer deje de trabajar y que no le pase a más niños”.
Sobre el sistema sanitario privado, Plá indica que “no debería estar permitido solapar consultas”, ya que “el retraso de la ginecóloga se debió a que se encontraba atendiendo otro parto”. “Realmente lo que hacen las clínicas privadas es alquilar quirófanos, por eso, cerca del 75% de los partos en estos centros son programados o cesáreas”, explica. Algo que también le ofrecieron a Susana, madre de Chloe, y que “no entendíamos. El embarazo iba bien, la niña estaba colocada, las constantes vitales eran normales y nos ofrecieron una cesárea programada porque, según ella, era más cómodo”.
Podría haber más casos como el de Chloe
A pesar de haber pasado 8 años del parto, esta ginecóloga ni siquiera ha ofrecido una disculpa a la familia de Chloe y a la propia niña. A raíz de este caso y de saltar la noticia, “se han puesto en contacto con nosotros otras familias a las que les ha pasado lo mismo con la misma ginecóloga, incluso en el mismo hospital”, explica el padre de la pequeña, que señala que “puedo entender un accidente o una complicación en un caso puntual, pero no en varios”.
La familia de Chloe muestra su realidad y su día a día a través de su perfil de Instagram. “Nos adaptamos a nuestra familia y a lo que tenemos”, explica, y recuerda que “la idea nació para mostrar lo que hacemos y si podemos ayudar a alguien, estupendo”. “La realidad es la que es y no se puede maquillar”, asegura a El Digital de Albacete.
Por el momento, la familia de Chloe continuará esperando la resolución del proceso judicial, mientras comparten su realidad a través de redes sociales para visibilizar la parálisis cerebral.
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