El Alba regresa a casa este viernes tras su victoria del pasado fin de semana en Ferrol y lo hace con un partido muy atractivo, enfrentándose a un recién ascendido como el Deportivo de La Coruña, pero que es un histórico del fútbol nacional y del que no hay que fiarse por aquello de su reciente vuelta al fútbol profesional tras su paso por el barro de la Primera RFEF. En la memoria de todos los albacetistas está, obviamente, aquel Riazorazo cada vez que el nombre del Dépor aflora en cualquier tipo de conversación.
En la mañana de este jueves y a poco más de 24 horas de que comience el duelo, Alberto González, entrenador del Albacete Balompié, comparecía en rueda de prensa para analizar todo lo que envuelve a la actualidad de su equipo.
Dijo Alberto sobre el Dépor que “es un equipo con mucho talento que trata de tener iniciativa y balón. Ha tenido estabilidad en cuanto al once y la semana pasada introdujo algún cambio. Un equipo que va buscando encontrar esa idea que tiene en mente y poder consolidarla. No tienen el nivel de confianza que querrían tener. Nosotros tenemos que tratar de desarrollar nuestra idea”.
El Dépor llega al Belmonte con ganas de cortar su mala racha de resultados y así lo reconocía ante los micros Alberto. “Ellos vienen con cierta presión por los resultados y las expectativas en un club tan grande, tendremos que hacer nuestro partido, tratar de ser nosotros es lo más importante”,indicaba el entrenador del Albacete.
En lo que al Alba respecta, el equipo blanco afronta el choque con un objetivo muy claro y crecer a partir de él: mantener la portería a cero. “Siempre es un objetivo. Consolidarnos en el aspecto defensivo es un objetivo. La confianza se genera desde la defensa, la solidez y a partir de ahí se crece”, reconocía Alberto.
«Construir en base a las oportunidades»
Si algo ha caracterizado a Alberto desde su llegada al Alba son las oportunidades que les da a todos sus futbolistas. “Siempre me marco las primeras 10 jornadas para ir construyendo, más o menos. En las jornadas 10, 11 y 12 tenemos tres partidos en seis días y tenemos que llegar todos preparados. Van a jugar todos los que estén a nivel. Hasta ahí hay que seguir dando oportunidades. Ese puede ser el punto referencia para dar oportunidades. Aunque hasta diciembre habrá semanas de tres partidos y yo quiero contar con la plantilla. Todos van a tener oportunidades”.
Sobre su revolución en el once de la pasada semana, con hasta 8 cambios, “no baso mis decisiones en el qué dirán o qué pasará después o las consecuencias. Intento en cada momento ser coherente con mi forma de hacer las cosas. Quería que entrasen en dinámica otros jugadores. Unos iban pidiendo paso, otros iban demostrando y, además, quería equilibrar las oportunidades cuando siento que están preparados. Para mí hay un bloque inicial de temporada en el que me gusta dar oportunidades, ver cómo funcionan las parejas. Es una fase de construcción. Sé que los resultados son lo primero. Pero creo en los proyectos y en construir, y así intento hacer las cosas. Tratamos de ir dando forma a algo. Y eso hay que construirlo y no puedes dar saltos según resultados”, afirmó el técnico albacetista.
Trabajo en equipo
Alberto fue preguntado por Fidel cuando fue sustituido en Ferrol y aprovechó para subrayar el enorme ambiente que se respira en la caseta. “Lo hemos hablado en el vestuario. Es tratar de dar normalidad a todo aun sabiendo que no la tenga. Yo mismo en el vestuario en algún partido anterior he dado una patada a las botellas de agua. Él lo ha hecho públicamente. Es un acto de falta de control. Y al autocontrol le doy mucha importancia. Es una debilidad que debe corregir. Le hemos dado un toque. Ha pedido disculpas. Se aceptan. Hay que corregirlo y ya está. Tiene más trascendencia pública, pero yo debo corregir el mío. Esa acción no tendrá influencia en mis decisiones. Como no la tengo con otros compañeros cuando ocurre en un entrenamiento”.
Las emociones. Aquello que despierta el fútbol en todos nosotros y que, en ocasiones, puede volverse en nuestra contra. “Hemos comentado mucho que yo trato de mantenerme al margen. El fútbol es una montaña rusa de emociones y yo trato de mantener la estabilidad. Si desde dentro no mantenemos la estabilidad y nos guiamos por las emociones es imposible hacer tu trabajo”.