Con los lomos de Borceguí arrastrando por el albero del coso de la calle Feria se ponía punto y final a una de las ferias taurinas más insulsas y aburridas que Albacete ha visto en los últimos años. Poco o nada quedará en el recuerdo de los buenos aficionados de Albacete. Quizá, la faena de Emilio de Justo y algún lance suelto sea lo único salvable de una feria que debería hacer reflexionar a más de uno.
Sirvan estas líneas como una carta abierta, dirigida sobre todo al aficionado de Albacete más que a los que comen de esto. Durante esta feria nos han metido como toros muchos ejemplares que otros años habrían sido pitados de salida, formándose la mundial. Es muy preocupante que no haya habido broncas ante toros que no son del nivel de Albacete. Como sigamos así vamos a perder el buque insignia de nuestra Feria, el toro. La empresa los quiere pequeños, los toreros los quieren pequeños… como el aficionado no lo exija nos la meten doblada hasta donde pone Toledo. ¿Dónde está afición de Albacete?¿Dónde ha estado esta feria?.
Pero si la exigencia del público se ha echado en falta a la hora del trapío, tampoco ha andado lejos el criterio de la Presidencia. Sé que lo que voy a decir ahora es impopular, pero en el nivel histórico de Albacete hizo bien Genoveva en no conceder la segunda oreja en el primero a Navalón, la espada no estaba perfecta. Dicho esto, si ese es el nivel, no se entienden muchas de las otras orejas sí concedidas, como las dos a Luque o alguna suelta que clama al cielo viendo el repertorio de estocadas traseras que hemos visto. No se puede tener esa disparidad de criterios. La seriedad desde el palco se empieza en el reconocimiento. De nada sirve que nos pongamos a exigir que se desmonteren los matadores para pedir el cambio de tercio si luego vamos dando orejas con cuatro mantazos y peticiones no mayoritarias. Lo que de verdad da seriedad es el rigor y la misma vara de medir para todos.
Pero también los tendidos tienen gran parte de culpa en el festival de orejas. Me da igual que el matador o el novillero sea hijo de quien sea, haya nacido en la calle la Feria o en la calle Sierpes. Si ha matado con un bajonazo, un traserazo, ha toreado con el pico, no ha estado en el sitio o ha dado más pasos que un peregrino en el Camino de Santiago no se le puede pedir las orejas. Por momentos los tendidos de Albacete han sido irreconocibles y eran más propios de un festival veraniego en una portátil.
Mientras tanto, habrá quien cuente que la feria taurina ha sido un éxito, que la de Albacete goza de una excelente salud, repartirán premios que en mi opinión deberían quedar muchos desiertos este año y se autoconcederán reconocimientos. Flaco favor le hacen a Albacete y al toro tanto meapilas y taurinísimos alejados de la crítica y de la exigencia de una plaza que presume con orgullo de ser la primera de las de segunda e incluso por encima de alguna de primera.
No quiero finalizar sin pedir disculpas, por segundo año consecutivo, al aficionado al toro de Albacete por no haber cubierto los festejos de la Feria con sus correspondientes crónicas y galerías de fotos, como hacíamos años atrás. El motivo ha sido el mismo que el del año pasado, no pienso admitir que al redactor que ha de escribir de toros se le mande al palo de bandera para alejarlo de la lidia. Quien trague, allá él, pero nosotros con eso no tragamos. Aunque nos propongan que se cuelgue una cámara y se haga pasar por fotógrafo… por ahí no pasamos. Si estamos en un sitio es de frente y por derecho, no jugando al escondite. Mucha culpa de que la repercusión de la Feria Taurina de Albacete sea menor cada año la tiene la jefatura de prensa de la Delegación de la Junta en Albacete. El que había antes sabía de toros lo mismo que yo de física cuántica, pero la de ahora hace bueno aquello de que los más antitaurinos están dentro del mundillo. Mucha Fundación y mucha defensa del toro, pero al toro no se le defiende con comidas, trofeos y palmadas en la espalda, se le defiende potenciando su difusión.
Dicho esto, y con unos cuantos amigos más en la mochila, espero que hayan tenido todos ustedes una feliz feria y deseo verles a todos cuando suene pan y toros el próximo 8 de septiembre a las seis de la tarde.
Javier Romero
Director de El Digital de Albacete