La indumentaria tradicional manchega está muy presente en septiembre en la ciudad con motivo de la Feria de Albacete. En citas destacadas, los albaceteños salen a lucir los trajes regionales como en la Cabalgata de Apertura de la Feria o en la tradicional Batalla de Flores, que se celebra cada 8 de septiembre. Trajes equiparables a obras de arte, que costureros de la ciudad cosen con mimo durante el año. Eso sí, una vez finalizada la Feria, los trajes regresan a los armarios, con la esperanza de volver a rescatarlos en alguna otra cita importante antes de la siguiente Feria. Ángel Garrido, un conquense muy vinculado a Albacete, ha encontrado la manera de lucir sus raíces en su día a día a través de las diferentes piezas del traje manchego y así darles otra vida.
Ángel Garrido pasea habitualmente por su Ledaña natal, en la provincia de Cuenca y muy cerca de Albacete, con sus esparteñas bajo sus pies o su camisa de manchego, ambas piezas propias de la indumentaria regional, pero que este albaceteño de adopción ha convertido en uno de sus esenciales del día a día. Una idea que nació “en las fiestas de mi pueblo. Me puse los espartos tradicionales con unos vaqueros y una amiga me dijo que las esparteñas que usa para el traje de manchega son las que usa siempre”, explica Ángel Garrido, y manifiesta que “las chicas siempre llevan estas esparteñas típicas con un poco de cuña, pero sin embargo en los chicos nunca se ve este tipo de calzado”.
Esta reflexión fue la que le hizo a este vecino de Ledaña, municipio situado a pocos kilómetros de la provincia de Albacete, replantearse guardar en el armario su traje de manchego hasta el próximo evento. “Cuando lo iba a guardar, pensé en dejarme las esparteñas fuera y así usarlas durante el verano como cualquier otro calzado”, recuerda. Y desde ese punto de inflexión, Ángel se pasea por su pueblo con sus esparteñas de manchego como parte de su ‘outfit’.
Las raíces manchegas de los pies a la cabeza
Lo mismo ocurre con la camisa, que realmente “es una pieza normal, bordada, pero parece que solo está bien usarla en el traje de manchego, aunque luego vas a las tiendas y hay muchísimas de este tipo”, explica, y señala que “hace poco me compré un traje y me da pena usarlo solo un par de veces al año para ocasiones puntuales”. Así que, “la camisa me la he puesto mil veces con vaqueros y con pantalones de traje, ahí también pensé en hacer lo mismo con las esparteñas”, apunta, e indica que la moda “también es parte del proceso de adaptar un poco la cultura tradicional y hacerla popular en los jóvenes”. “Es algo que también debemos ir modernizando un poco”, explica, y pone de relieve la importancia de “dejar de estigmatizar todo lo rural o lo tradicional, y apostar por las raíces, que también es una tarea de los jóvenes”.
Además, Ángel Garrido anima a los albaceteños a convertir estas prendas en básicos de armario. Ejemplo de ellos son las esparteñas, que “es un calzado económico que venden en muchos sitios y además son comodísimas”, manifiesta, y explica que “son unas sandalias normales y corrientes, y encima son de la tierra”. Lo mismo ocurre con los chalecos, y señala que “son un básico. Este verano se ven mucho en chicas y es algo que se puede modernizar también”, apunta a El Digital de Albacete.
Sin duda, Ángel Garrido luce sus raíces por los pies, con sus inseparables esparteñas que lo han acompañado durante este verano, y que seguro que regresarán el siguiente. Una manera de darle un nuevo uso a la indumentaria manchega, más allá de la tradicional y de la puntual. Una apuesta por las raíces y la innovación que este conquense, muy vinculado a Albacete y a su tierra, lleva por bandera.
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