Los prolegómenos de la feria han sido de un gran nivel, los dos pregones, el taurino y el de la feria, han tenido mucha sustancia y un contenido sencillo, directo al corazón y plagado de un albaceteñismo propio de los que aman lo que hacen y a su tierra.
La cabalgata de apertura otro exitazo de participación y de buen ambiente. Aquí mismo en El Digital de Albacete encontrarán información detallada de todo lo sucedido la tarde del sábado en la capital.
Tomás Segura, el médico, el profesor, el vecino, el amigo, el padre, el esposo, el compañero, se asomó el viernes al balcón del viejo Ayuntamiento, ahora Museo Municipal a cumplir con el encargo de pronunciar el pregón de la feria de Albacete.
Me gustó mucho el fondo y la forma. El tono de voz del profesor encandiló al gentío que se dio cita en la Plaza del Altozano. Allí quise estar y ver las caras de la gente, el silencio, algún comentario de agradecimiento por acertar plenamente en la elección del pregonero de este año y la admiración a uno de los nuestros. Respeto, aprecio y conexión es lo que observé en el rato que permanecí escuchando y con la vista puesta en el balcón, donde también intervino el alcalde Manuel Serrano para presentar al pregonero y remarcar la gran feria de Albacete que nos disponemos a vivir.
Tomás habló de los sanitarios albaceteños, de todos, no se dejó a nadie: médicos, personal de enfermería, auxiliares, celadores, hasta mencionó al personal de la cafetería y de otros servicios auxiliares. Pidió un aplauso para todos ellos. En el ambiente se sentía todo el trabajo que se hizo años atrás, durante la pandemia.
Recorrió su barrio, Franciscanos, recordó a sus cinco hermanos, a sus amigos de la infancia, el juego en la calle, el adolescente Tomás Segura, su Bachiller en el Instituto del Parque y por supuesto de la feria, su feria, su forma de vivirla cuando era un niño. Puso en valor la importancia de la Facultad de Medicina en Albacete, porque el conoce de casos de chavales que de no haber podido estudiar en Albacete, hoy no serían excelentes médicos. “Nuestra feria es un acontecimiento único” dijo el pregonero. Hasta habló y bien de la feria taurina. Recordó al exalcalde Pérez Castell.
Puede estar satisfecho Tomás, puso el alma, la cabeza y el corazón. La respuesta se la dieron las personas que han aplaudido su elección y los que seguramente tendrán que agradecerle lo que hace a diario por aquellos que necesitan de su atención, de su gran equipo de neurología. Magnifico pregón, habló el profesor, el neurólogo y uno de los nuestros que es profeta en su tierra porque se lo gana todos los días.
El pregón taurino de Juan Martínez Lorenzo, fue medido e impregnado de torería. Me preguntó un amigo, cómo lo había visto y le trasladé que, como las grandes faenas: justo, medido y muy torero. Un pregón de feria o de toros, como fue el caso, siempre tiene una carga de responsabilidad porque quieres hacerlo bien, no te quieres olvidar de nadie, no quieres pecar de pedantería, deseas agradar y no quieres bostezos entre los asistentes. Salió a relucir la parte positiva y lo negativo no apareció en el escenario del magnífico Teatro Circo, que también es un lugar, lo sé por experiencia, que impone.
Llegué al Teatro Circo con el tiempo apretado, con el pregón iniciado, pensando que tan solo me perdería algún pasodoble de inicio y aunque me encanta el “Pan y Toros” de despeje de plaza, sabía que a lo mollar llegaba. Un empleado del Teatro me preguntó si sabía cuál era mi sitio, quizás para acompañarme, pero mi tardanza hizo que me perdiese la intervención del alcalde de Albacete. Me contaron que estuvo bien, abriendo plaza que es cuando la gente todavía se está acomodando y el personal anda más despistado.
La Unión Musical Ciudad de Albacete, dirigida por Alberto Nevado, no defraudó una vez más. El cantaor Paco Ruiz, acompañado a la guitarra por “El Cosco” pusieron la nota de cante grande a la noche. Pedro Piqueras, íntimo amigo del pregonero, habló de Juan, con emotividad, no en balde lo conoce desde más de 60 años, vecinos en la calle Progreso -así se llamaba antes- de Albacete. Un preludio de lujo que aún obliga más a no fallar, como así sucedió.
“Se torea como se es” decía Juan Belmonte. Con la muleta en el último tercio, ante el micrófono, en este caso, es cuando tiene que emerger la personalidad, el temple y el poder, en el más amplio sentido del término. He escuchado a algunos toreros decir que quizás quince muletazos sirven para firmar una faena memorable. Por eso la medida de las cosas, como todo en la vida, es una virtud, también en un pregón, no pasarse, no aburrir y decir lo justo y además con torería, es un buen argumento para encontrar la unanimidad entre los asistentes. Con el pregón taurino del torero Juan Martínez, empieza la feria taurina, aunque la puerta de cuadrillas se abra por primera vez, este domingo día 8, además con un torero que sabe torear muy bien como Andrés Palacios y los toros de Samuel Flores, lo cual siempre es un plus de distinción, en cualquier lugar, pero aquí en Albacete, mucho más. Ojalá sea una buena tarde de toros y toda la familia de Samuel pueda llevarse una alegría por el compromiso que desde hace ya muchos años tienen con la fiesta de los toros.
Qué manía con llamarle a la Plaza de Toros de Albacete “La chata”. No soy de corregir a nadie, no me gusta, pero es que suena mal, no es chata, es esbelta, es redonda, es guapa, tiene galanura, pero bueno, sigan en el empeño, quienes estén obcecados en ello. Para mí, ahora y siempre, aunque alguien intentase imponerlo vía decreto, nunca será “La Chata”. Suena horrible. Precisamente, acabo de leer en las redes que Jesús Martínez Moraga ha escrito sobre la incorrección de llamarla “la chata”, añadiendo como si fuese una media verónica que: “ese mote es un poco cateto e injusto”.
Se pone interesante el papel que puede y debe jugar el presidente Page en todo este mareo de los dineros de Cataluña. Ya no saben cómo explicarlo, la ministra Montero hizo el ridículo en el Senado con un circunloquio aberrante. Oiga, esto es muy sencillo: nacer en Ripoll no puede darte más privilegios que nacer en Balazote o El Ballestero. Las personas son lo importante y no los territorios.
Paco Núñez, líder de los populares en Castilla-La Mancha, está apretándole al PSOE y a su líder regional para que mueva ficha y se pase de las palabras a los hechos. Estoy convencido que se darán pasos significativos, no cabe la marcha atrás y debe haber un plantón que ponga a cavilar a más de uno. El PP lo tiene claro, en el PSOE no se arrugan en lo que manifiestan en público: el presidente de las Cortes, Pablo Bellido; el vicepresidente Guijarro; el consejero Ruiz Molina y seguro que algunos más. Empiezo a echar en falta otros nombres, esperaremos hasta que pase la feria para ver si alguno se lanza al ruedo, en un sentido o en otro.
Me entero que durante la feria, dos personas del PSOE, Aurora Zárate y Rubí Sanz recibirán el premio Pablo Iglesias. Me alegro y sin duda que es merecido, pero me alegro también porque he visto en el jurado a Rafael López Cabezuelo, quien siempre me parece que es una garantía en todo, por buen socialista y por la coherencia de siempre.
Hasta la izquierda mediática en el ámbito regional le empieza a dar más cancha de lo que han hecho nunca, al líder de los populares. A lo mejor fue flor de un día para espantar malos augurios. Núñez leyendo en su móvil el problema para una cita médica en su barrio de Toledo, no digo que esté mal hacerse eco, digo que me llamó la atención. Cada cual es muy libre de hacer lo que quiera. Faltaría más.
Les deseo buena feria y como me dijo el viernes un taxista, el 86: ojalá que tengamos buena feria, que no pase nada, que todo el mundo la disfrute y que el día 18 todos podamos contarla sin novedad.
“Un triunfador es aquel que se levanta y busca las circunstancias que desea y, si no las encuentra las fabrica”. (George Bernard)
Ángel Calamardo
X: @AFCalamardo