Loli Rama López lleva 15 años al frente del kiosco de la Plaza Mayor de Albacete, y este viernes, 12 de julio, tras años de trabajo, baja la persiana por última vez en 60 años. A sus 69 años esta albaceteña ha decidido poner punto y final a su vida laboral y dejar el kiosco en el que ha crecido junto a su madre, Filomena López, conocida en Albacete como ‘La Gambera’, quien regentó el kiosco durante 45 años. Más de medio siglo de vida tras el mostrador del kiosco han pasado estas dos mujeres de Albacete, madre e hija, atendiendo y llenando de vida, chuches y frutos secos a la Plaza Mayor.
Situado en pleno corazón de Albacete, el kiosco ha sido testigo de cómo ha ido cambiando la vida en la ciudad a través de los ojos de Filomena, primero, y de su hija Loli, después. Y este viernes, tras más de 60 años regentado por ‘La Gambera’ y su familia, ha bajado su persiana por última vez, ante la mirada de los vecinos que hacen sus compras en este local habitualmente.
A las 18.00 horas de la tarde de este viernes, Loli ha abierto por última vez las persianas de su querido kiosco, que ha sido como su casa durante estos últimos años. Con una sonrisa, esta albaceteña se enfrentaba a su última jornada de trabajo a sus 69 años, dispuesta a cerrar las puertas del kiosco y abrirlas a una nueva etapa en su vida.
‘La Gambera’ y su hija, Loli López, han regentado el kiosco de la Plaza Mayor de Albacete durante 60 años
Loli se puso al frente de este kiosco, que se ha convertido en un icono de la Plaza Mayor de Albacete, cuando su madre decidió dejar de trabajar a los 74 años. Desde entonces, Loli ha atendido a todos los clientes que por allí pasaban con una sonrisa, tal y como había hecho su madre los 45 años anteriores. Toda una vida en esta plaza, conviviendo con pequeños y mayores, ha hecho que madre e hija se convirtiesen en una parte fundamental de este lugar de la ciudad para vecinos y clientes.
La historia de la saga de las López en este kiosco comenzó con Filomena López, cuando llegó de Jaén para dedicarse a la venta ambulante de marisco en Albacete. Por este motivo, Filomena, además de ganarse el cariño de todos sus clientes, se ganó también un mote en la ciudad: ‘La Gambera’, como apodaban cariñosamente los vecinos de la ciudad a esta jienense. “Iba siempre con un carro y vendía gambas de Huelva y marisco”, recuerda su hija Loli, que añade que “le pusieron ‘La Gambera’”.
‘La Gambera’ de Albacete
Con este oficio tan peculiar, Filomena, ‘La Gambera’, pudo sacar adelante a sus ocho hijos. “Recuerdo que cocía las gambas en casa y luego con el tema de las medidas sanitarias que se pusieron, se pasó a la venta de chuches y frutos secos, que es a lo que me he dedicado yo también”, apunta Loli.
De esta manera, Filomena aparcó su carro para siempre para ponerse al frente del kiosco de la Plaza Mayor, en el que trabajó durante casi cinco décadas hasta que decidió parar de trabajar a sus 74 años. Desde entonces, Loli, su hija, regentó el kiosco con el mismo cariño que lo había hecho su madre durante tanto tiempo. “La gente cuando viene aún se acuerda de ella”, explica Loli, y manifiesta que “me dicen que nos parecemos mucho, que somos la misma estampa”.
La kiosquera de la Plaza Mayor de Albacete cierra la persiana
Loli actualmente tiene 69 años, y como un día hizo su madre, ha decidido dejar el kiosco y jubilarse. “No quiero que me pase como a mi madre, que se jubiló y falleció a los dos años”, explica, y apunta que “es un trabajo muy sacrificado. He estado aquí al pie del cañón con frío, con calor y con lluvia… Al igual que hizo mi madre toda la vida, que sacó adelante a sus ocho hijos”. “Ya no puedo seguir aquí”, concluye la que la que ha sido hasta hoy la kiosquera de la Plaza Mayor de Albacete.
Sobre lo sacrificado de la vida del kiosquero, Loli señala que “mi madre abría a las nueve de la mañana y se iba a la una a hacer la comida. Volvía a las cuatro y cerraba a las nueve de la noche”, y añade que “yo hago menos horas, pero aún así es difícil, sobre todo soportar el frío y el calor”. Y es que Albacete siempre se ha caracterizado por sus fríos inviernos y sus calurosos veranos, como explica Loli, que señala que “he pasado fríos y calores, no tantos como mi madre, que en esa época sí que pasaba frío, luego con el kiosco se pudo resguardar”. “Lo mío no ha sido ni una cuarta parte”, manifiesta a El Digital de Albacete.
El último día de este kiosco icónico de Albacete
Loli ha tomado esta decisión tras mucho pensarlo, y explica que “me da lástima dejarlo, pero en los kioscos también se paga mucho”, y reconoce que “me cuesta dejarlo, he pasado aquí muchos momentos muy felices, me he criado aquí con mi madre también”. Aunque la decisión ha sido dura, Loli se quedará con los mejores recuerdos del kiosco y de la Plaza Mayor, en los que “hemos celebrado cumpleaños de mis hijos y de mis nietos. Son recuerdos que van a estar conmigo para siempre”. “Voy a echar de menos a los niños y a los mayores. He visto crecer a muchos niños en esta plaza”, manifiesta, y reconoce que “se me ponen los pelos de punta de pensarlo”. Por otra parte, los vecinos y clientes habituales del kiosco de la Plaza Mayor han recibido con pena la noticia del cierre del que ha sido su kiosco de toda la vida.
La Plaza Mayor ha sido testigo del paso del tiempo a través de los ojos de sus kiosqueras, que han regentado el kiosco de la plaza durante 60 años entre las dos. El ir y venir de gente, el crecimiento de los más pequeños y la evolución de Albacete, ha estado reflejada a través de la ventana del kiosko, y como señala Loli, “hemos sido testigos de cómo ha cambiado la vida. Si mi madre viviera…”
Lo cierto es que el kiosco de la Plaza Mayor ha bajado la persiana por última vez, después este viernes, 12 de julio, de 60 años regentado por ‘La Gambera’ y su hija Loli, y ha puesto fin a más de medio siglo de vida entre chuches y frutos secos, dejando un vacío entre los vecinos del barrio, que echarán de menos sus sonrisas.
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