Tres acontecimientos tres y quizás algo más, siempre hay espacio para una posdata que venga a cuento y si no, le ponemos el argumento. Despedida de Julio Martínez, como agente judicial, tras casi 40 años de servicio; la música en Albacete para los próximos meses, de ahí que desde el Ayuntamiento el equipo de gobierno haya titulado “Albacete es música” y la presentación de los carteles de la feria taurina de Albacete.
Solo puedo hablar en positivo de todo ello, no tengo ningún motivo para el reproche o la crítica. Sin duda, tres eventos de gran calado, de indudable categoría por lo que significa de afectación a personas o a la propia ciudad que se pone al nivel de capitales con más habitantes, con otras características y que habitualmente suelen llevar la delantera.
Julio, tras casi cuarenta años de trabajo se jubila, como agente de la administración de justicia en la Audiencia Provincial de Albacete. Lo conozco desde hace muchos años, nos hemos tratado con afecto, nos hemos respetado y con el paso del tiempo he ido comprobando que es un tipo listo, con habilidades sociales, pendiente de su trabajo y de todo lo que está a su alrededor, incluidos un buen número de amigos, que es algo a tener muy en cuenta siempre. Julio no pasa de puntillas por la vida, es claro, tiene gracia, las caza al vuelo y como te lance algún dardo, no digo que vaya envenenado, o sí, pero te puede dejar temblando un tiempo. Uno con el tiempo va descubriendo una personalidad, con unas peculiaridades, te forjas una idea, pero cuando tienes la oportunidad de compartir un almuerzo de despedida con quienes han sido sus jefes, sus compañeros, sus amigos, descubres algo más o por lo menos sellas un pensamiento. Escuchar a César Monsalve, presidente de la Audiencia Provincial o al magistrado José Ramón Solís, dos personas de extraordinaria caballerosidad y un prestigio en la justicia ganado a pulso, te das cuenta que Julio o Julito, como le llaman sus más próximos, es un personaje singular. “Los vamos a echar de menos”, “Julio hacía que muchos juicios fuesen adelante y no tuviesen que suspenderse”, “cuando alguien venía a quejarse la mano izquierda de Julio era fundamental para solventar muchos problemas” …Y así una retahíla de frases sinceras, no creadas para la ocasión que yo pude escuchar en la conversación que mantuvimos. Era la despedida de Julio, era el reconocimiento a su figura y hasta para eso tuvo “arte”, cerró el restaurante “Las Rejas” para invitar a 33 amigos a una comida. No cabía nadie más. Con toda seguridad, si se hubiese anunciado en algún sitio la posibilidad de asistir a esa despedida, hubiésemos contado por cientos a los asistentes.
Reunir en el mismo ambiente a la justicia, al periodismo y a la policía, un buen tridente que, con Julio Martínez, el entendimiento está asegurado.
Me perdonarán si no menciono a todas las personas allí presentes, también estaba el flamante fiscal jefe provincial, Faustino García; María que es murciana, magistrada y está en la sección primera; Pepa, letrada del Tribunal; los abogados, Mariano López Ruiz y Marcos García Montes; el doctor Naharro que además es el médico del personal de la justicia albaceteña y le salvó la vida a Julio durante la pandemia.
Paco Villaescusa, concejal de deportes, en un momento dulce en su cometido, además de amigo del agasajado, supongo que ostentaría la representación del equipo de gobierno municipal. Una representación periodística de nivel con Belén Lario (jefa de la tele regional) Loli Ríos que es presidenta de la Asociación de la prensa de Albacete y periodista en CMM; Amparo de TVE y otros periodistas albaceteños como Guillamón, Munera o Yeste. Todos ellos han tratado a quien ahora se despide como trabajador de la justicia y los que asistieron y otros, cuarenta años de actividad dan para mucho, saben y así lo ponen de manifiesto que Julio ha acercado la justicia a los medios y los medios a la justicia; Julio en otros tiempos, ahora todo es distinto, rompió esa barrera y se lo puso fácil a los periodistas. Esa relación con los medios, es otro de los hitos notables de una persona que, aunque diga que es el marido de la peluquera, porque lo es y presume de ello, su forma de ser, su personalidad, le hacen ser distinto, ni mejor ni peor, es Julio. Con un papel en la mano, solo con los nombres anotados, fue refiriéndose a cada uno de los presentes y lo hizo tan ameno, tan espontáneo, que mezclando la parte seria con algún chascarrillo, nos tuvo pendientes, sin aburrirnos en ningún momento. Cuando se habla así, se habla de la vida, se habla de las personas y a todas las personas se les desea larga vida, a Julio también, por supuesto.
“Albacete es música”. Ahí es nada. El Teatro Circo fue el lugar donde se desgranaron todos los eventos musicales que se van a celebrar en Albacete, durante lo que queda de año. Serán 75 eventos musicales y la actuación de más de 200 artistas. Habrá alguna sorpresa más, de mucha calidad, para el mes de diciembre.
Muchísimos eventos musicales, en muchos lugares, seguro que ya conocen a todos los artistas y grupos que irán desfilando hasta final de año. Ver el programa resulta abrumador y como dijo la concejala de cultura Elena Serrallé “me pone” la programación. No es fácil ni recordarla porque son muchos los acontecimientos programados. El alcalde Serrano henchido de satisfacción viendo el cartel, se le notaba feliz y tuve la impresión de que en algún momento se arrancaría al más puro estilo Pavarotti.
Por cierto, la presentación, el formato del evento con María García, que supo conducir el acto con maestría, resultó ameno, ágil y sin esa carga de discursos al peso a los que estamos acostumbrados.
Mucha gente de la música, promotores, artistas. Escuché algunas opiniones y una lo resume todo: “estamos al nivel de Alicante, Murcia o Málaga, de grandes ciudades que nos triplican en habitantes”. Eché en falta alguna representación del grupo socialista, si alguien acudió, que me disculpe, no me percaté.
Y ahora la feria taurina. Que sí hombre, que sí, si es buena la feria no tengo ningún inconveniente de contarlo y aplaudirlo. Por si anda alguien por ahí que no se entera, que no lo sé, si la feria es de nota alta o muy alta, que lo es, se relata y punto. No he vivido nunca del toro, no estoy instalado en la mamandurria taurina, ni en la otra, por tanto, no me duelen prendas de no engañarme ni engañar a nadie. Que es el fruto del trabajo de empresa, de la UTE Casas-Amador, pues estupendo. Lo importante no es que les guste a los periodistas, que también; lo importante es que se ajuste al pliego y se ajusta, aunque a mí eso de los pliegos no me gusta nada, el arte, el toreo, tiene dificultades para plasmarse en un papel, pero bueno, la administración es así y, por último, lo fundamental es que los carteles le gusten a la gente y por lo que me llega han caído bien. Tiempo habrá de desgranar otros elementos colaterales que en nada favorecen a este espectáculo, pero hoy toca decir lo que ya he dicho: estamos sobre el papel, ante una buena feria.
Periodísticamente seguimos instalados en bastante manipulación, bastante división, demasiadas etiquetas, mucho tertuliano a sueldo con el manual en la mano de lo que hay que decir y muy pendientes de esa futura ley que tratará de este oficio de contar cosas. Empezaré diciendo algo que no es la primera vez que digo: me merecen más confianza, en estos momentos, por su pluralidad, algunos medios públicos, como el ente de CMM que otros, esos que antes, en tiempo pasado, han liderado ese pódium de la seriedad informativa. El otro día mismo, se concentraron un buen número de profesionales de la sanidad en el Hospital General con una serie de reivindicaciones relativas a la contratación de personal y al estado de las urgencias.
No entraré en detalle de cómo está todo, sé que en la sanidad es preciso estar invirtiendo constantemente, siempre hay huecos que cubrir, también sé que no añoro la etapa del consejero Echániz en tiempos del PP que lo hizo tan mal que llevo a su partido a perder las elecciones. Dicho esto, hay que seguir quejándose, hay que seguir invirtiendo, contratando más personal, todo lo que sea necesario, pero sobran también desde dentro algún envenenador/a que está más deseoso/a de que todo vaya mal, para que no decaiga el relato.
A lo que iba, lo pongo como ejemplo, leí en algunos medios que varios centenares de profesionales sanitarios se habían concentrado en las puertas del Hospital, un dato bastante ajustado a la realidad, pero llegó la izquierda mediática radiofónica y habló de un centenar de manifestantes. Falso. Dejen a los periodistas, saben contar, sobran capitostes o califas dando órdenes que fastidian el resultado final y hasta logran quedarse solos en esos montajes absurdos, sin sustancia y sin argumentación, bajo la apariencia de estar contando historias.
El dato real, alguien los contó, fue que, entre 600 y 700 personas, sin pancarta alguna de ningún sindicato, fueron los que se dieron cita para trasladar a la ciudadanía sus reivindicaciones. Esa es la realidad, lo demás tiene un nombre y ya es el pan de cada día.
Que nos pongan ahí a unos cuantos Julios, mucha música y buenos carteles de toros para la feria. A veces, nos conformamos con poco o con lo que nos corresponde.
“Nunca abuses del poder humillando a tus semejantes porque el poder termina y el recuerdo perdura”. (Benito Juárez)
Ángel Calamardo
X: @AFCalamardo