Celia Toledo comparte pasiones con su hermana Arantza. Ambas viven entre Albacete y Cuenca mientras compaginan los entrenamientos con estudios. Las hermanas Toledo cursan Medicina en el Campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Albacete (UCLM) y practican piragüismo en Cuenca, donde llevan a cabo sus entrenamientos. Una vida dedicada a dos grandes pasiones, por la que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha galardonado a Celia Toledo con la Medalla de Plata al Mérito Deportivo de la Región.
Una distinción que reconoce el esfuerzo, la disciplina y la constancia de Celia, que vive entre las dos ciudades manchegas para luchar por sus sueños, que pasan por ser una gran deportista y una gran médico. Actualmente, Celia cursa 4º de Medicina mientras que al mismo tiempo cosecha grandes éxitos como piragüista de élite. Entre su palmarés deportivo se encuentra una medalla de bronce en el Campeonato del Mundo Junior en 2019 y otro de bronce en el Campeonato de Europa sub 23 en el año pasado.
Un premio que llega en buen momento para reconocer la disciplina con la que convive Celia Toledo, ya que como ella misma confiesa “este año ha sido un poco locura. Es muy difícil llevar el ritmo de vida que llevo”. Entre los últimos logros deportivos de la albaceteña de adopción, se encuentra un bronce que consiguió en el Campeonato de España en este mes de junio.
Una medalla con un sabor agridulce, ya que “esta competición era muy importante porque era el selectivo para el Campeonato de Europa y solo se clasificaban las dos primeras”, manifiesta Celia, y añade que “no opto a esa competición. Venía de quedar tercera de Europa y es un palo”.
La resiliencia y la constancia de la piragüista que estudia Medicina en Albacete
La resiliencia de Celia Toledo le hace ver las cosas desde una perspectiva positiva, y es que la piragüista no se rinde ante las adversidades que se ponen en el camino. “A los deportistas este tipo de cosas nos hace replantearnos el deporte. Me va a hacer levantarme más fuerte, plantearme los puntos que tengo que entrenar más y prepararme para el selectivo del Campeonato del Mundo”, asegura la piragüista.
La estudiante de Medicina de Albacete está viviendo en estos momentos esa parte del deporte que a veces no se ve pero que forma parte del proceso. El positivismo y la actitud de luchadora hace reponerse a Celia de este obstáculo, y confiesa que “voy a volver con más fuerza y a darlo todo este verano”.
Una competición que también ha tenido su parte buena, ya que Celia ha visto como su hermana Arantza conseguía la clasificación para el Europeo. “Lo vivo a la mitad, mi hermana estará en el Campeonato de Europa en categoría senior y yo estaré apoyándola y disfrutando de ella”, manifiesta la deportista, que añade que “no voy a poder remar la prueba que me gustaría, y eso también va a ser duro”.
Medicina en Albacete y piragüismo en Cuenca
Cabe destacar que ambas hermanas viven en los trenes entre Albacete y Cuenca, ya que compaginan las disciplinas deportivas y académicas en ambas ciudades. “Entiendo que mi vida no es fácil y que al final todas las rivales no llevan la vida que llevo yo”, explica Toledo, y manifiesta que “mi nivel de exigencia es muy alto, pero es el que he elegido”.
El día a día de las hermanas es complicado y está medido al milímetro. “Entrenamos en Cuenca por la tarde, por la noche venimos a Albacete, vamos a clase por la mañana y a las tres de la tarde vuelta a Cuenca para entrenar. Y así todos los días”, explica la piragüista, que añade que “hay veces que no cuadramos con las prácticas y las clases y entrenamos otras partes como la fuerza. También tenemos que jugar con los horarios del tren. Es un poco locura”. Además, Toledo explica que “contamos con el apoyo de mi madre y de mi familia, porque nos recogen en la estación de tren de Cuenca y nos llevan al club, que está unos kilómetros de la ciudad”.
“Trabajo como una hormiguita”
Un día a día duro para conseguir llevar dos disciplinas muy exigentes, como es el deporte de Alto Rendimiento y el Grado de Medicina, más aún con el ajetreo de realizar cada una en diferentes ciudades, donde el plano mental también juega un papel importante. “Este año ha sido muy duro. Me he visto agotada mentalmente”, confiesa la piragüista, que manifiesta que “soy muy perfeccionista y los extremos nunca son buenos”.
Celia apunta que “al final hay que ser buenas personas y no obsesionarse, eso pasa factura”, y añade que “voy paso a paso y trabajo como una hormiguita. Mi objetivo es ser una buena deportista y una buena médico, pero sobre todo, buena persona y para eso hay que estar tranquila, porque cuando estás estresada no eres ninguna de esas cosas”.
La vida de un deportista de Alto Rendimiento está marcada por todas las veces que sacrifican planes con amigos o con la familia para cumplir con los objetivos. Es el caso de Celia, que asegura que “a veces la gente no lo entiende. Siempre te preguntan por qué no vas a los planes, y a veces tengo que entrenar y estudiar. Hay días que voy a estudiar tan cansada que me acabo durmiendo en la silla”, manifiesta, y explica que “hay que tener vida social, no hay que aislarse tampoco”.
“Quiero ir a por todas y ha sido un punto para motivarme”
Respecto a su futuro, Toledo tiene por delante una competición en la que se juega la clasificación al Campeonato el Mundo, para la que la deportista está dispuesta a darlo todo. “El Mundial será en Croacia donde conseguí el bronce Europeo; y el selectivo en Pontevedra, donde me clasifiqué para el Mundial de 2019, cuando conseguí el bronce en China”, recuerda la piragüista, que confiesa que “soy muy supersticiosa y me gusta pensar en eso. Son señales”.
“Soy una luchadora y no me rindo”
Una prueba que se disputará el próximo mes de agosto, y la deportista manchega está dispuesta a sacar a la luz su mejor versión. “El Campeonato de España me ha venido bien, aunque parezca raro. Me he dado cuenta de que quiero ir a por todas y ha sido un punto para motivarme y tirar para delante”, explica, y señala que “a veces parece que hace falta que las cosas no vayan bien para darse cuenta de lo que quieres”.
Sobre el reconocimiento que le ha otorgado el Gobierno de Castilla-La Mancha, materializado en la Medalla de Plata al Mérito Deportivo, Celia apunta que “es algo que solo pasa una vez en la vida y lo recibo con mucho orgullo”. “Sinceramente creo que me lo merezco. Soy una luchadora y no me rindo”, manifiesta, y señala que “me siento como una hormiguita, tengo buen rendimiento y al final consigo mis objetivos. Es cierto que este año ha sido duro, pero eso no define el resto de mi vida”. “Sé que llegaré a mis objetivos, no sé cuando, pero sé que lo voy a conseguir”, asegura la deportista a El Digital de Albacete.
A sus 22 años, Celia Toledo tiene las cosas muy claras y dos objetivos muy definidos: ser una buena médico y una buena deportista. Dos metas que conseguirá gracias a su constancia, su esfuerzo y su gran resiliencia, que la llevarán a lo más alto.
