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El monologuista de Albacete que hace humor con sus manos: “Mi lengua materna es la lengua de signos”

Alfredo Navarro hace monólogos para las personas sordas en Albacete mediante lenguaje de signos

Alfredo Navarro, natural de Albacete, ha crecido en la ciudad junto con sus hermanas Rosi y Luisa. Estos tres hermanos de albaceteños han llevado una vida común y corriente como cualquier otro niño, pero tuvieron que madurar antes que los demás. La sordera de sus padres les hizo vivir una infancia y una adolescencia desde un punto de vista diferente, ya que tuvieron que asumir algunas responsabilidades antes de lo que les correspondía. Actualmente, Alfredo Navarro trabaja para la que la comunidad sorda tenga un ocio accesible. 

Concretamente, se dedica al sector del humor y realiza monólogos en lenguaje de signos destinados a las personas sordas para que ellas también tengan opciones en cuanto al ocio y puedan disfrutar de estos espectáculos al igual que el resto, eso sí, con un lenguaje diferente a través de sus manos.

Además, el albaceteño también lucha por concienciar a la sociedad sobre las barreras a las que se enfrentan cada día las personas sordas, que son más de un millón en España. La falta de información, de recursos y de actividades adaptadas para esta comunidad son solo algunos ejemplos de las dificultades con las que conviven las personas sordas.

Alfredo Navarro / Foto: Cedida

“Escuchábamos cosas que no teníamos porqué escuchar”

Los hermanos Navarro han crecido en esta realidad y han tenido que saber sortear las barreras que se encontraban sus padres en el camino y ayudarles a sobreponerse y a lidiar con ellas. Alfredo Navarro recuerda que la primera impresión de las personas al conocerlos “siempre ha sido una sorpresa, ya que mis hermanas y yo hablamos perfectamente, siendo mis dos padres sordos”, y añade que “con lo que conllevaba tener unos padres con discapacidad en la década de los ochenta”. 

Alfredo y sus hermanas acompañaban a sus padres, Mario y Luisa, a realizar todo tipo de gestiones, desde ir al médico hasta las reuniones del colegio o de vecinos. “Cuando vas creciendo empiezas a tomar conciencia de algunas cosas”, manifiesta Navarro, que asegura que esta situación les ha hecho “crecer antes. Hacíamos cosas que los otros niños no hacían con sus padres, como estar presentes en las reuniones con los profesores. Al final, escuchábamos cosas que no teníamos porqué escuchar con ocho o nueve años”.

“Siempre he creído que a mis padres les ha faltado información”

En cuanto a su infancia y adolescencia, Alfredo recuerda que fue una época complicada, como para todo adolescente, pero con un plus. “Imagínate en el cole, que aprovechan cualquier excusa para meterse contigo. Yo tenía unos padres sordos, que pronunciaban de manera diferente”, manifiesta Navarro, que asegura que “fue una época complicada. Que tus amigos conociesen a tus padres suponía una barrera”. “Siempre había miedo de que te pudiesen tachar de algo. Fue una época dura”, manifiesta el monologuista. 

Alfredo Navarro junto a su familia
/ Foto: Cedida

En cuanto a la barrera de la comunicación, Alfredo mantiene que “siempre he creído que a mis padres les ha faltado información”. Por otra parte, este albaceteño recuerda que “tenemos documentos en los que mis padres recibían una paga del Ministerio por ‘subnormalidad’”, y matiza que “el desconocimiento llevaba a tachar de subnormal a cualquier persona que tuviese un problema”. Si trasladamos esta situación al ocio, “cualquier tipo de actividad era nula. Ahora se están consiguiendo muchas cosas”, explica el monologuista albaceteño.

Aprendiendo lenguaje de signos con los abuelos

Sobre la comunicación con sus padres de pequeño, tanto Alfredo como sus hermanas han pasado por diferentes etapas. “Cuando quieres hablar de algo lo señalan, hacen el signo y asocias una cosa a la otra”, explica el albaceteño. “Mucha gente nos pregunta cómo aprendimos a hablar siendo nuestros padres sordos. Al final nosotros teníamos familia, vecinos y colegio, como todo el mundo”, tal y como señala Alfredo a El Digital de Albacete.

Alfredo Navarro actualmente tiene dos hijas, todavía muy pequeñas, las cuales están aprendiendo lengua de signos, sobre todo para poder comunicarse con sus abuelos. “Este lenguaje tiene muchos beneficios, especialmente cuando los niños no tienen desarrollado el aparato fonador. Hacen signos, nos entendemos y evitamos frustraciones”, señala este albaceteño, que explica que sus dos hijas pequeñas, la menor con solo dos años, ya intenta comunicarse con sus abuelos mediante el lenguaje de signos.

Manos / Foto: Pixabay

“Mi lengua materna es la lengua de signos”

Esta experiencia le ha valido a Alfredo para luchar por la comunidad sorda y por una sociedad más inclusiva y adaptada para todos. Por eso, este albaceteño dedica parte de su tiempo a hacer humor para las personas sordas, pero también a dar charlas y a concienciar a los más pequeños sobre ello. “Empecé un ciclo de interpretación y ahí se me ocurrió la idea de hacer cosas por mis padres, y por tanto, por las personas sordas”, recuerda el cómico, que tiene muy claro que “mi lengua materna es la de signos”.

Con esa misma lengua materna, Alfredo se lanzó a los escenarios para hacer humor para las personas sordas y también lo hace en formato digital, a través de su canal de Youtube ‘Signando sonrisas’. Una idea que se forjó mientras el albaceteño estudiaba interpretación, “ahí me di cuenta de que el contenido de humor era escaso y me enfoqué en esta idea”, recuerda Navarro, que puntualiza que estos monólogos “está hecho para las personas sordas que sepan lengua de signos. Muchas veces me piden que lo subtitule, pero pierde la gracia”.

Alfredo Navarro / Foto: Cedida

El ocio en signos

Sobre el ocio accesible, este albaceteño hace hincapié en que “las entidades deberían apostar por este tipo de actividades, para que las personas sordas también puedan tener opciones”. “Todavía hay muchas barreras para intentar que se lleven a cabo actividades de ocio accesible”, manifiesta el monologuista de Albacete, que explica que “se ha instalado un bucle magnético para gente con audífonos, pero para eso hay que tener algún resto auditivo, del que mis padres, por ejemplo, carecen. Al igual que a ellos, le pasa a muchas personas que tienen sordera profunda o total”.

Talleres del monologuista Alfredo Navarro / Foto: Cedida

Alfredo Navarro está luchando en Albacete para que las personas sordas tengan opciones a la hora de hacer cualquier actividad de ocio. “En Albacete me está costando mucho”, puntualiza el actor, que manifiesta que “ahora por decreto hay espacios públicos que deben ser accesibles para ciertos actos y confiamos en que la administración ponga el foco en esto”. Una solución que pasa por hacer varias actividades, ya que “muchas veces las entidades lo hacen una vez, y a ver qué pasa, pero con una sola vez no se puede testear si funciona o no”, tal y como explica Alfredo Navarro a El Digital de Albacete.

“También intentamos hacer actos, obras y actividades para personas oyentes y sordas”, manifiesta el albaceteño, consciente de la importancia de la inclusión y añade que “estamos haciendo rutas de senderismo, donde los guías van explicando curiosidades y les llega a todos a través de diferentes canales”. Una situación que sería la ideal para todas las personas, tal y como expresa este monologuista de lengua de signos, que señala que “me encanta que los dos mundos se relacionen”, aunque reconoce que también es “una pelea constante”.

Teatro Circo de Albacete / Imagen de archivo

Alfredo también conoce varios casos y sabe que llegar a una inclusividad en este ámbito no es imposible, ya que “estuve un año en Madrid haciendo actividades accesibles y cuesta, pero hay mentes abiertas. Se hicieron títeres, teatros, visitas y poesías, entre otros”, manifiesta el albaceteño a El Digital de Albacete.

“Más de un millón de personas en España se sienten así”

Este albaceteño, además de monologuista, también impulsa talleres de concienciación para formar a las personas en “lengua de signos, dar a conocer la comunidad sorda y desmentir mitos”, manifiesta Navarro, que indica que “cuando empiezo una charla siempre empiezo en lenguaje de signos, y cuando veo las caras de desconcierto, paro y pregunto cómo se han sentido”. “Cuando me responden, les explico que más de un millón de personas en España se sienten así todos los días”, tal y como manifiesta Alfredo Navarro a El Digital de Albacete.

Talleres de concienciación / Foto: Cedida

Desmintiendo mitos

En estas charlas y en el día a día, Alfredo desmiente todo tipo de mitos con los que han convivido tanto él como su familia a lo largo de su vida. Uno de ellos, es que la lengua de signos es universal, y “no es así. La lengua de signos española tiene su estructura y es diferente a la americana o a la francesa”, explica el hijo mediano de los Navarro. Otro de los ejemplos es que todas las personas sordas saben lenguaje de signos o dominan la lectura labio-facial, caso que también desmiente el albaceteño Alfredo Navarro. “Muchas personas sordas han crecido en zonas rurales, por ejemplo, y tienen su propio lenguaje”, matiza el monologuista de Albacete.

Alfredo, junto a sus hermanas Luisa y Rosi, han crecido como tres niños más, aunque es cierto que han debido enfrentarse a situaciones que los han hecho madurar antes, debido a la realidad de sus padres. Una familia albaceteña que lucha por la comunidad sorda y por tener las mismas opciones que los demás. Alfredo Navarro continúa aportando su granito de arena al conocimiento y la visibilidad de la comunidad sorda, eso sí, con un toque de humor a través de sus manos, que le permiten llegar donde no llegan las palabras.

Noelia López

Natural de Albacete, Graduada en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández. Experiencia en medios de comunicación como VIsión6, Es Radio y Telemadrid
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