Que Juan Antonio Ros es un jugador más que cuestionado en el Albacete Balompié no es nada nuevo, pero es que al de Cartagena nada le ha salido bien desde que llegó de Lugo como petición expresa de Rubén Albés. Ros le ha costado muchos puntos al Albacete y hasta este domingo, los aficionados del Alba no habían podido ver a un Ros a buen nivel. Ante el Tenerife, el zaguero cuajó un gran partido y al ser sustituido el Carlos Belmonte le ovacionó, pero cuando la alineación titular se hizo pública y se vio que Ros estaba entre los once elegidos, a más de uno le entraron los temblores. Tras el partido ante el Tenerife, Ros pasó por sala de prensa y el jugador se abrió en canal para contar su situación y lo mal que lo está pasando en Albacete.
Comenzó Juan Antonio Ros diciendo que “cuando supe que iba a jugar estuve nervioso sabedor de poder revertir la situación que se ha creado en Albacete y que todos conocéis. Tenía muchas ganas de sentir que hago bien tu trabajo, porque sabes que no lo haces y encima la gente te lo dice. Llevo 4 meses sin jugar un partido y he tratado de aportar siempre lo que he podido, sumar, sumar y sumar. Por dentro estaba muy mal, lo sabe mi familia y lo saben mis amigos, pero siempre he intentado poner una sonrisa. Ahora toca ya pensar en el próximo domingo. Aquí en Albacete no he tenido una satisfacción hasta hoy. Me han pitado, me han insultado… son cosas que pasan en el fútbol. Hoy la gente me ha apoyado a que las cosas hayan salido bien”.
Continuando la mismas línea, Ros argumentó que él siempre confió en su persona. “Llevaba mucho tiempo pensando en cuando volvería a tener mi momento. Me quedé en Navidad pensando en eso, en poder volver a ayudar. Si no confió yo en mí nadie va a confiar. Mis compañeros me han ayudado siempre y me han dicho que nunca dejara de trabajar”.
Insultado en Albacete
Siguió Ros ante los micros haciendo objeción de conciencia y reconoció que “siempre he querido estar en esta guerra y siempre he estado cada vez que he podido, pero las cosas no me salían. Ha sido muy duro y ha sido durísimo los insultos que he tenido que escuchar. Eso duele. Los jugadores somos los primeros que sufrimos cuando hacemos las cosas mal y nos quitan el sueño. Me vaciaré para estar contento conmigo mismo y que la gente lo esté también con mi papel sobre el verde”.
Recordaba el de Cartagena como “salí de Lugo y vine a Albacete muy contento. El club me parece un club con un gran proyecto. Empecé lesionado, cuando participaba no me encontraba bien y luego se me dijo que saliera. Yo tenía que confiar en mí y por eso me quedé, porque creía que podía ayudar al equipo. No fue por dinero, no fue por la categoría, me quedé porque confiaba en mí y por revertir la situación. No la he revertido aún porque sólo es un partido, pero si me siguen dando opciones trataré de aprovecharlas al máximo”.
Aunque sabe que lo he hoy sólo ha sido un partido, reconoce Ros que “lo de hoy no me lo quita nadie y ahora toca disfrutar y trabajar. He vivido una situación jodida, a nadie le gusta que le digan que es malo en su trabajo. Llevaba tiempo esperando esta oportunidad y la he soñado muchas veces. Sólo ha sido un partido, sí, pero lo necesitaba. Nadie quiere fallar porque los profesionales, si fallamos, somos los primeros dolidos”.
Al finalizar el partido, desde la grada de animación pidieron que Ros se acercara a ellos y el jugador reconocía que «canté lo que siempre cantamos al finalizar los partidos en los que conseguimos una victoria. No sé si lo hice bien o mal, pero para mí fue importante». Allí, micro en mano, Ros hizo de maestro de ceremonias.
