Desde que Skyline aterrizó en el Albacete Balompié tras la ‘Era Garrido’, la trituradora de los hermanos Kabchi ha dado al traste con 9 entrenadores y 5 directores deportivos, consiguiendo sobre el verde 1 descenso a Primera RFEF, 1 ascenso a la LFP y 2 play offs a Primera División; quedando en el aire saber qué pasará en la presente temporada, pero siendo sabedores de que el futuro de los blancos es muy negro y que la única luz que se atisba al final del túnel es la de los focos del Carlos Belmonte que tan a bombo y platillo quisieron anunciar desde el club para desviar la semana pasada el verdadero foco de atención: ganarle al Racing de Ferrol; cosa que no hizo.
José Manuel Aira, Enrique Martín, Luis Miguel Ramis, Lucas Alcaraz, Aritz López Garai, Alejandro Menéndez, Fran Noguerol, Rubén de la Barrera y Rubén Albés han sido los entrenadores que por unos motivos u otros dejaron de valerles a los Kabchi en sus casi 7 años en Albacete (a los que habrá que sumarle el que llegue ahora), mientras que en lo que a Directores Deportivos se refiere, Nico Rodríguez, Mauro Pérez, Toni Cruz, Alfonso Serrano y ahora Toché, son los nombres que han ido ligados a la figura de Skyline desde su aterrizaje en Albacete. De ambas listas de nombres, solo Toché sigue ligado al Alba a día de hoy, pero sólo por una cosa: ha sido el último en llegar y apenas lleva 15 días al frente de la Dirección Deportiva.
Con sombras y luces casi que a partes iguales sobre el verde, no hay que haber ido a Salamanca a estudiar para ver que en lo que a la gestión deportiva se refiere los Kabchi no son unos aventajados, ya que el Albacete es una montaña rusa de emociones y o va muy bien o va muy mal. No hay medias tintas. Eso si hablamos sólo del primer equipo, que si miramos también al filial o al femenino, la debacle habla por sí sola y ambos conjuntos están ahora peor que cuando llegaron los venezolibaneses.
Volviendo al primer equipo, entre entrenadores y directores deportivos, los Kabchi han tenido a sus órdenes en casi 7 años en el Albacete a 14 profesionales, pero sólo han tenido un CEO, que a su vez ejerce como vicepresidente; Víctor Varela.
Los números hablan por sí solos y dejan muy a claras que quizá el problema del Alba no esté en el verde y sí en los despachos. Lo que está claro es que los Kabchi se han comprado un club y hacen y deshacen a su antojo, eso sí, sus decisiones, para bien o para mal, influyen en 12.000 socios y una ciudad entera.