Dos exjugadores del Alba presentaban en el día de ayer a la nueva incorporación del club blanco, el guardameta Tomáš Vaclík, que llegaba al encontrarse sin equipo y por ello podía ser inscrito en la competición una vez finalizado el periodo extraordinario de fichajes de invierno.
El guardameta checo, de 34 años, ostenta un currículum extraordinario, ya que ha disputado más de 500 partidos en toda su carrera, más de 50 con su selección y más de 80 en competiciones europeas, siendo campeón de la Europa League con el Sevilla. Sin duda, sobre el papel, se trata de un fichaje de ensueño para un club que lucha por la permanencia en Segunda División, pero ¿en qué estado físico se encuentra el guardameta?. Esa es la gran pregunta que asalta a los aficionados del Alba, máxime cuando el pasado domingo lo vieron caminar por la banda del Carlos Belmonte rumbo al banquillo. Además, Vaclík lleva en el dique seco más de seis meses, ya que en el último conjunto que militó, el New England de la MLS americana, no disfrutó de minutos, llegando él mismo a reconocer que “mi situación en Estados Unidos fue muy complicada. No jugaba, no era convocado, entrenaba un poquito fuera del equipo… fueron 6 meses”.
Así, Tomáš Vaclík fue cuestionado por su estado físico actual y el estado de su rodilla, algo que no es nuevo para él, ya que siempre le ha perseguido esta pregunta, máxime tras 2020, cuando sufrió un esguince del ligamento lateral interno de su rodilla izquierda. El nuevo guardameta del Alba contestó “despejando” la pregunta tirando de curriculum, algo que está fuera de toda duda, pero lamentablemente ningún miembro de la propiedad del club o la directiva del mismo acompañó al guardameta en su presentación para poder ser cuestionado sobre este aspecto, pero llamó poderosamente la atención de todos la evidente “cojera” con la que el meta caminaba rumbo al banquillo del Albacete Balompié desde el túnel de vestuarios. Un hecho que también era visible en su presentación y que desconocemos si es algo ocasional, transitorio o habitual.
Así pues, habrá que esperar a ver sobre el césped al guardameta checo para despejar toda duda sobre su estado físico y ojalá disfrutar en plenitud de un portero de gran calidad.
