He dejado pasar unas horas prudenciales entre lo sucedido este sábado en el Carlos Belmonte ante el Cartagena y la escritura de este artículo, ya que una mezcla entre cabreo y resignación se apoderó de mí una vez concluyó el partido.
Durante las pasadas semanas habrá podido leer este medio, que tengo el honor de dirigir, duras críticas a la propiedad del Albacete Balompié S.A.D. pero creo que se debe alzar la voz ante aquellos que, en mi opinión, gestionan un club patrimonio de la ciudad como una mera propiedad privada en la que de poco o nada importa la opinión del socio si no es para pagar. No digamos nada de la del accionista, porque parece que se nos ha olvidado a todos que el club no tiene un solo accionista, Skyline con los Kabchi detrás. El Albacete Balompié se logró convertir en S.A.D. gracias a la sociedad civil y empresarial de Albacete. Fueron los albaceteños los que consiguieron hacer, a 10.000 pesetas la acción, una entidad que pertenecía a la ciudad en lo sentimental y en lo accionarial. Ahora, muchos años después, la actual propiedad del Albacete Balompié ningunea al pequeño accionista, organiza las Juntas de Accionistas casi en una mesa camilla y al calor del brasero propiciado por el silencio de muchos que se quedan solo en el humo del mago, pero otros les vemos el truco. Ya nos han quitado hasta el derecho al pataleo.
Skyline compró un club con el equipo masculino en Segunda División, al que ya descendieron una vez y que, Dios no lo quiera, no lo hagan una segunda. Mientras tanto, el equipo femenino jugaba en Primera División y ahora milita en categoría inferior, con cambio de nombre incluido y escudo. Cuando llegó Skyline usted podía ver gratis los partidos de sus hijos, sobrinos, nietos, amigos… jugaran en el Alba o no, en la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta. Con Skyline usted tiene que pasar por caja, a no ser que haya sido uno de los bendecidos por la generosidad de Kabchi y el abono Ciudad Deportiva, inventado por ellos, se lo haya pagado este año. Pero ahorre para el que viene que no sé yo si va a durar tanto el black Friday. Harina de otro costal es ver si recibir subvenciones del dinero de todos para promocionar el fútbol base es compatible con cobrar a las familias de Albacete, de las que salen esos impuestos, para ver ese fútbol base. Cabe recordar que la Diputación de Albacete anunció el pasado 2023 el aumento hasta los 120.000 euros de las ayudas a la Fundación Albacete Balompié.
Sé que a la propiedad del club le molesta mucho que escriba que carecen de arraigo en la ciudad, pero decisiones como la anteriormente descrita y las planteadas para el futuro en la remodelación de nuestro Carlos Belmonte, (que no se olvide a nadie que es de los albaceteños aunque ellos tengan la concesión 50 años), hacen ver, en mi opinión, que no conocen bien cómo es la sociedad de Albacete y el aficionado del club blanco, que no son solo cuatro niñatos imberbes a los que utilizan por dos bolsas de pipas y un pin del club. Como ven, no me ha hecho falta decir que la propiedad es libano-venezolana, el Vicepresidente y CEO de Málaga, el Director General de Asturias y la encargada del área de desarrollo de Murcia, como caras más visibles del desembarco de Skyline en Albacete. En Albacete somos gente abierta y acogedora y cualquiera que quiera serlo puede ser de aquí, eso sí, no nos tomen por paletos a los que la purpurina nos ciega. No es de esta directiva, pero da pena que esa situación se traduzca en el campo. Si van a remodelar un campo para echar a abonados de sus asientos para crear zonas VIP y no cubrir los goles, poco o nada hacen con esta reforma para el aficionado. Lo hacen para rentabilizar más el Carlos Belmonte y dejar de pagar multas por la iluminación, que es totalmente legítimo, pero no lo vistan de lo que, a mi juicio, no es.
Dicho esto, esta temporada el Alba cuenta con una cifra de socios que es todo un éxito, pero no de Skyline, de la ciudad de Albacete. 12.000 personas han decidido seguir al Albacete Balompié en el Carlos Belmonte gracias a la ilusionaste pasada campaña y a la reconexión de la ciudad y su club, algo que empezó a gestarse con ese ascenso ante el Valencia Mestalla tras el que Garrido vendió el 94% de las acciones a Skyline. Un auténtico tesoro en forma de socios que se pudo ver, sin ir más lejos, este pasado sábado. Qué magnífica imagen presentaba el Carlos Belmonte a las dos de la tarde. Que si metemos prisa con las obras de la iluminación, mejor que mejor, que así el socio puede comer en casa e ir al fútbol a una hora normal. Que con esta defensa se va a llenar Urgencias de indigestiones si seguimos jugando a las dos de la tarde…
Por esto mi enfado con la propiedad, especialmente esta temporada. Teniendo un patrimonio de 12.000 socios se lían a “tiros” entre la propiedad y la dirección deportiva y lo paga el equipo, y por ende, los aficionados. Si no llega a haber presión del entorno en el mercado de invierno nos despachan con poca ropa, aunque lo fichado, y lo digo ahora, me resulta insuficiente a todas luces. Me falta, al menos, un portero de garantías, un mediocentro experimentado en la categoría, otro central y un delantero. Pero claro, nos entran las prisas el último día no vaya a ser que la afición ante el Cartagena nos pinte la cara… y claro. Y veremos lo que dura Albés, que es un entrenador que me encanta, pero hay cosas que también se entrenan y, por ejemplo, el gol del Cartagena es un esperpento defensivo mayúsculo. No se puede defender peor una segunda línea en un balón parado. Dos rechaces al mismo que le da la oportunidad de centrar a otro tío que está solo a escasos metros del portero. De traca.
Ahora, poco vale llorar por el agua derramada, pero no me pienso callar ante una manera de gestionar, a mi juicio, despótica con el pequeño accionista y altiva con el aficionado. Skyline, tienen ustedes la mayor masa de abonados del Albacete Balompié, una ciudad volcada con su equipo, unas insitituciones también volcadas y un club donde lo compraron, en Segunda.
¡Estén a la altura!
Javier Romero
Director de El Digital de Albacete