España es un país que se caracteriza por una gran riqueza de patrimonio, no solo existen importantes monumentos muy característicos e inigualables, también hay diferentes paisajes a lo largo y ancho de toda la geografía española. Además de parajes muy especiales, la fauna y flora de la Península Ibérica es muy llamativa y variada. En España han vivido muchas especies diferentes de animales a lo largo de la historia, concretamente en Albacete habitó un animal muy especial en el siglo XVI.
Como otras muchas especies, con el paso del tiempo algunos animales se han extinguido y han pasado a formar parte de la historia. Según recoge el medio El Debate, en el siglo XVI vivió un animal denominado zebro en la comarca albaceteña. El zebro es un équido salvaje que, según diferentes fuentes medievales, habitó la Península Ibérica hasta el siglo XVI. En la actualidad, no se sabe con exactitud de qué especie se trataba, ya que no se han encontrado restos fósiles, huesos o pieles con los que se pueda determinar la procedencia.
Numerosas citas y topónimos medievales desde al menos el siglo IX relacionadas con los zebros han permitido reconocer el área de distribución, que en un principio se extendía por Portugal, el interior de Galicia y de Asturias, el oeste de la meseta norte y la totalidad de Extremadura y la meseta sur, llegando hasta el interior de la Región de Murcia y de Alicante.
Según recoge El Debate, durante el siglo XIII su área se redujo, desapareció en el norte del Sistema Central. En el siglo XIV ya solo quedaban tres núcleos de población aislados entre sí, uno en Badajoz y sur de Portugal, otro ene l norte de Cuenta y otro en Albacete y sur de Cuenca. Los últimos ejemplares sobrevivieron en el área de Chinchilla, en la provincia de Albacete, hasta que se extinguieron en el siglo XVI.
Los pueblos que deben su nombre a esta especie
Algunos pueblos de España deben su nombre a este animal desaparecido. Según recoge El Debate, se trata de al menos 150 pueblos de España y Portugal que deben su nombre al zebro. Algunos de los municipios que ubican a este animal y que le deben su nombre son Cebreros (Ávila), O Cebreiro (Lugo), Arroyo de la Cebra (Mérida), Arroyo de la Navacebrera (Logrosán, Cáceres), Altos del Encebrico (Paterna del Madera, Albacete), Acebrón (Cuenca), etc.
Este animal extinto vivió durante muchos años en la Península Ibérica y ha influido en la nominación de muchos municipios de las comarcas en las que habitó.