Que el Albacete Balompié 23/24 es un coladero es un secreto a voces, a igual que la pasividad defensiva y en la portería están siendo los talones de Aquiles de un equipo que ha pasado la primera vuelta del campeonato con un cinco raspado y que tan sólo está tres puntos por encima del descenso.
Ahora, con el mercado invernal de fichajes abierto desde que empezó 2024, se está demostrando día tras día que la pasividad no es algo que afecte únicamente a los Glauder, Bernabé, Altube y compañía, sino que también están pecando de ella Víctor Varela como CEO del equipo, los Kabchi como dueños y presidentes, y un Alfonso Serrano que cuenta los días para abandonar la entidad a la que cogió en Primera RFEF y casi la sube a Primera División, y en la que en un momento dado le dijeron en el ‘Caso Boyomo’ que se estuviera ‘quietecico’ y que ya se encargaban de negociar los Kabchi con Ronaldo para que el franco-camerunés acabara en el Real Valladolid por una cantidad inferior a la que Serrano estimaba que debía hacerlo.
Sin haber fichado todavía a nadie, el Albacete Balompié afronta el comienzo de la segunda vuelta del campeonato el próximo sábado ante el Levante en el Ciudad de Valencia, un partido nada fácil para los de un Rubén Albés que no termina de cogerle la medida a los granotas y que hasta la fecha, no ha sabido parar la sangría defensiva que ha sido su equipo en la primera mitad del campeonato.
Llegados a este punto y ya que hablábamos antes de Boyomo… ¿qué ha pasado con el dinero de la venta del zaguero? ¿Y con la de Dubasin? ¿Y con la que presuntamente se ahorró el club al no renovar a Maikel Mesa? ¿Dónde está ese dinero? En forma de fichajes, rotundamente, no.
Y no lo está porque a las pruebas hay que remitirse, cero fichajes de invierno a 10 de enero. Cero fichajes = cero euros. Ceros euros = chorrilera de goles en contra como la cosa no cambie de la noche al día y los que hasta este momento estaban no den un giro radical y pasen de ser unas hermanas de la caridad a Franz Beckenbauer; que en paz descanse.
Así pues, habrá que esperar a los próximos días para ver si la pasividad se marcha también de los despachos y los fichajes que apuntalen el coladero defensivo que es el Albacete Balompié comienzan a llegar. Y funcionan, que es es otro cantar, pero no se podrá criticar que no llegaron.
