El jurado popular que juzga en la Audiencia Provincial de Ciudad Real a un joven acusado de asesinar a golpes a su abuela en la localidad ciudadrealeña de Malagón, se ha retirado a deliberar sobre el objeto del veredicto.
La magistrada que preside el tribunal, María Jesús Alarcón, ha hecho entrega del objeto del veredicto a los miembros del jurado, a los que ha dado las pautas a seguir durante su deliberación, tras haber escuchado y oído durante los tres días que ha durado la vista las declaraciones del acusado y de los testigos y la intervención de los peritos, lo que ha permitido que se practiquen todas las pruebas.
«Son ustedes los que ahora les corresponde dictar un veredicto», les ha comunicado la presidenta del tribunal a los miembros del jurado, a los que ha transmitido que no hay dudas de que hubo una muerte violenta, sobre la que hay dos versiones contrapuestas por parte de acusaciones y defensa.
En este sentido, les ha aclarado que la defensa asume la autoría de la muerte violenta, pero no en los términos que lo hace el ministerio fiscal, que considera que en esta muerte hay un plus que viene caracterizado por dos circunstancias, como son el ensañamiento y la alevosía.
Durante la vista, el fiscal ha mantenido la petición de que el acusado sea condenado a una pena de 25 años de cárcel, por un delito de asesinato con concurrencia de agravantes de alevosía, ensañamiento y parentesco.
Sin embargo, la defensa del procesado considera esta pena desproporcionada a raíz de las pruebas que se han visto en el juicio y que, en su opinión, demuestran que los hechos sólo son constitutivos de un delito de homicidio, en el que existe la agravante de parentesco.
La defensa entiende que existen las circunstancias atenuantes de que el joven había actuado bajo la influencia de las drogas, lo que le provocó una situación de estado mental de enajenación transitoria, así como que se debe de tener en cuenta la concurrencia atenuante de confesión voluntaria de los hechos.
El procesado reconoció este miércoles, en su último turno de palabra durante la vista oral: «Está claro que fui yo el que mató a mi abuela» y también manifestó que merece «pasar una buena temporada en prisión».
Asimismo, añadió: «La condena ya la llevaré de por vida» y aseguró que «en ningún momento le quería hacer todo el daño» que le hizo a su abuela.