El Ayuntamiento de Albacete y el Albacete Balompié se encuentran muy cerca de resolver la situación del Carlos Belmonte, que presenta problemas para cumplir los requerimientos de La Liga de cara al desarrollo de la competición que arranca este domingo.
Así, el Carlos Belmonte necesita de manera urgente que la iluminación del estadio cumpla con los requisitos que exige la competición, ya que en la actualidad las necesidades lumínicas para la retransmisión de partidos son muy altas y el feudo del Albacete Balompié no cumple con estos requerimientos. Este incumplimiento le cuesta al Albacete Balompié unos 9.000 euros de sanción por partido jugado casa. No en vano los clubes cobran importantes cantidades por derechos de televisión y no es de recibo que las televisiones no puedan ofrecer la calidad esperada por culpa de falta de intensidad lumínica.
El anterior equipo de gobierno, encabezado por Emilio Sáez, trató de solucionar la situación sacando a licitación el contrato para el cambio de iluminación y la compra de un nuevo marcador, ya que el que actualmente está en el Carlos Belmonte, además de presentar numerosos fallos y encontrarse obsoleto, supone un peligro. La nueva Ley de Contratación del Sector Público obliga a realizar esta licitación, a la que se presentaron varias empresas, ofertando una de ellas un precio muy por debajo de las demás, algo que parecía a todas luces, nunca mejor dicho, una baja temeraria que no fue apreciada así por los técnicos que tenían que decidir sobre las ofertas. Al final, pasó lo que todo el mundo esperaba, la empresa “barata” resultó elegida pero ésta renunció entonces a la contratación, con lo que había que comenzar de nuevo el proceso, y es que a pesar del empeño personal de Emilio Sáez en solucionar el tema, llegando a alquilar un videomarcador para el playoff, no fue posible ante la manera de actuar de la empresa adjudicataria y la falta de “visión” de la mesa de contratación ante una oferta clámenle temeraria.
Llegaron entonces las elecciones y Manuel Serrano fue elegido alcalde de Albacete, encontrándose esta situación desde el principio y sabiendo que era algo que debía resolver urgentemente y con seriedad, máxime cuando gran parte de la campaña había denunciado esta situación con críticas al anterior Equipo de Gobierno. Serrano y el Albacete Balompié se han reunido más de una decena de veces para intentar buscar una solución a la situación, algo que parece que se encuentra muy cerca a tenor del comunicado que ha remitido el club este mismo jueves en el que afirma que “El Albacete Balompié presentó el pasado lunes 7 de agosto una nueva solicitud de concesión del Estadio Municipal Carlos Belmonte, cuyo expediente se inició en el día de ayer, miércoles 9 de agosto, y se encuentra en trámite”.
Es en esta concesión dónde está la clave de toda la operación. El Carlos Belmonte es de titularidad pública, es decir, de todos los albaceteños, por lo que las mejoras a realizar en el estadio corresponden al Ayuntamiento de Albacete, pero la legislación obliga a la licitación de estas compras (iluminación y videomarcador), por lo que habría que esperar, al menos, de 3 a 6 meses para que se adjudicara el contrato y se realizaran las obras, un claro riesgo para el Alba que podría ver como La Liga no le permite jugar en Albacete y tendría que disputar sus partidos como local en otro estadio que sí cumpliera con los requisitos, en este caso el Albacete ha elegido Mestalla, en Valencia.
Para solventar esta situación el Albacete Balompié y el Ayuntamiento de Albacete podrían suscribir un acuerdo de concesión en el que sería el propio club el que compraría el nuevo marcador y cambiaría la iluminación del estadio de manera urgente. A cambio, el Ayuntamiento de Albacete le concesionaria este recurso municipal al Albacete Balompié por un largo periodo de tiempo, varias décadas, en el que los dueños del Alba pudieran explotar los recursos generados en el campo tras unas obras de remodelación. La creación de locales comerciales, de ocio y restauración y el alquiler de los mismos es una de las muchas opciones de rentabilidad con las que Kabchi podría obtener un retorno económico.
Ahora resta por conocer más en detalle los términos de un acuerdo que parece que tardará poco en oficializarse y que daría por concluida una situación anómala que mantiene al Albacete Balompié en el punto de mira de La Liga ante los incumplimientos, aunque también el Ayuntamiento de Albacete debe fijar muy bien hasta dónde está dispuesto a llegar en la concesión a los Kabchi de un campo municipal y el uso que éstos pudieran hacer del mismo, más allá de lo estrictamente deportivo y si todo lo que se pretende hacer en el campo por la empresa concesionaria, en este caso el Albacete Balompié, se ajusta al interés general de la ciudadanía de Albacete. Por el momento, un marcador provisional estará en el Carlos Belmonte hasta que se resuelva la concesión.
