Los Servicios de Emergencia tuvieron que intervenir en la noche de ayer jueves en la localidad de Almansa (Albacete), tras declararse un incendio en una zona vegetal ubicada en la zona de las pistas municipales de atletismo.
En concreto, los hechos comenzaron a las 22.52 horas y estuvieron ubicados en una chopera existente en las inmediaciones de la Avenida Adolfo Suárez de la localidad almanseña.
Los bomberos dieron por extinguidas las llamas en torno a las 00.30 horas y por fortuna no hubo que lamentar ni daños personales ni materiales.
Activados los Servicios de Emergencias en Almansa (Albacete)
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Policía Local de Almansa, de la Guardia Civil, efectivos de los bomberos del SEPEI, personal de protección civil, profesionales sanitarios del SESCAM y una ambulancia en preventivo.
Las causas que motivaron el inicio de las llamas están bajo investigación, pero las hierbas secas a consecuencia de los fuertes calores de los últimos días y la presencia de los vilanos propios de los chopos, aceleraron el avance del incendio.
El peligro de los vilanos
Los vilanos, o más conocidos como pelusa algodonosa, están en pleno apogeo durante estos días en las zonas de España donde se acumulan, sobre todo, álamos y chopos, comenzado a invadir muchos parques y calles del país.
Con el fin de las lluvias y del invierno y con la llegada de temperaturas más primaverales, se hace habitual ver por las ciudades donde álamos y chopos dan frondosas sombras en verano a estos elementos que se desprenden de estos tipos de árboles a mediados de primavera.
Los vilanos, o pelusa algodonosa, es un proceso normal de los chopos y álamos que se denomina anemocoria. Así, esta pelusa ayuda a las semillas de los chopos, entre los meses de mayo y junio, a dispersarse por el viento y llegar más lejos, pudiendo colonizar diferentes lugares.
En botánica, se denomina vilano o papus al conjunto de pelos simples o plumosos, cerdas o escamas que rodean a las diminutas flores que corona en frutos con ovario ínfero, generalmente de las asteráceas o compuestas.
Estas estructuras son homólogas al cáliz de cualquier otra flor y, de hecho, son una profunda modificación de los sépalos. El papus puede ser piloso, diminutamente barbado, o plumoso. Debido a que es persistente, corona al fruto de las compuestas (llamado cipsela).
Su función es la de permitir o asistir a la planta en la diseminación o dispersión aérea de los frutos y, por ende, de las semillas. Se conoce como anemocoria a la forma de dispersión de las semillas por el viento.
Debido a su naturaleza algodonosa son muy inflamables y en esta época suponen un verdadero peligro debido a lo fácil que es que se produzca o propague un incendio en zonas donde se acumulan este tipo de estructuras vegetales.