La Audiencia Provincial de Albacete ha condenado a un hombre por un delito de corrupción de menores a una pena de 3 años de prisión, inhabilitación especial para el ejercicio de profesión que conlleve contacto con menores en 11 años y la prohibición de aproximarse a la víctima a su domicilio, a su colegio o cualquier lugar que se encuentre en un radio inferior a 500 metros o de comunicar con ella por cualquier medio en 11 años.
Y por un delito de exhibicionismo y provocación sexual la Audiencia ha condenado al mismo hombre a 4 meses de prisión, inhabilitación especial para ejercicio de profesión que conlleve contacto con menores en 4 años y 10 meses, así como la prohibición de aproximarse a la víctima a su domicilio, a su colegio o cualquier lugar que se encuentre en un radio inferior a 500 metros o de comunicar con ella en cualquier forma en 2 años. Asimismo, desgrana la sentencia, se impone al mismo la medida de libertad vigilada por 8 años, que se ejecutará con posterioridad al cumplimiento de las penas privativas de libertad.
Hechos probados de la sentencia de la Audiencia Provincial de Albacete
La sentencia de la Sala, a la que ha tenido acceso El Digital de Albacete, cita como hechos probados que en el mes de septiembre de 2018, el acusado contactó con la sobrina de su compañera sentimental, de 12 años en ese momento, ofreciéndole como regalo de cumpleaños, “sin que la madre de la menor tuviera conocimiento de ello, un teléfono móvil”, lo que la menor aceptó ante la posibilidad de acceder a Instagram y a whatsapp.
En dicho mes, el acusado concertó una cita con la menor haciéndole entrega de un móvil “facilitándole una tarjeta SIM a su nombre, y posteriormente otra tarjeta SIM en la que ya no ocurría esa circunstancia», señala la sentencia.
Una vez entregado el teléfono, el acusado comenzó durante el mes de octubre a comunicarse con la menor tanto por Instagram como por whatsapp. “Al objeto de ganar su confianza y aprecio le refería diversos halagos, como que tenía la boca muy bonita o que era muy guapa”, enumera la sentencia. En el curso de esas conversaciones, el acusado solicitó en varias ocasiones a la menor que “le enviara fotografías en ropa interior o desnuda, a lo que la menor se negó repetidas veces”. No obstante, el acusado consiguió su propósito pues, “tras amenazar a la menor con retirarle el teléfono o dar de baja la tarjeta que le había entregado, esta le envió fotografías en ropa interior y de sus órganos genitales, así como al menos un vídeo de similar contenido”.
Sigue relatando la sentencia que el acusado envió a la menor “al menos dos vídeos masturbándose así como fotografías de sus órganos genitales” e incluso en otra ocasión a través de una videollamada “se masturbó”, colgando la menor.
A finales de octubre de 2018 y de manera casual, la madre de la menor averiguó que su hija tenía un teléfono móvil y una tarjeta operativa que le había regalado el acusado, consiguiendo entrar desde su teléfono a su cuenta de Instagram donde pudo ver las conversaciones que había mantenido con el acusado.
El 30 de octubre de 2018 la madre en compañía de su hija compareció en las dependencias policiales denunciando los hechos.
Concluye la sentencia que contra la presente resolución cabe interponer Recurso de Apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
