El cambio climático es una problemática global que afecta a diversos aspectos de nuestras vidas. Temperaturas inusuales o más cálidas, así como la escasez de lluvias son algunas de las consecuencias más patentes de este fenómeno y que también se dejan sentir en Albacete.
Nuestra provincia tiene un carácter eminentemente agrícola y de los campos albaceteños nacen algunos de los vinos de mayor calidad a nivel nacional. Por este motivo el Instituto (IES) Andrés Vandelvira de Albacete se ha sumado a un proyecto europeo para estudiar la incidencia del cambio climático en la vitivinicultura.
Este instituto de Albacete coordinará un proyecto europeo en el que participan diferentes países
Según ha podido saber El Digital de Albacete, el IES Andrés de Vandelvira ha sido designado para coordinar un proyecto europeo por parte del Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE) cuyo objetivo general es estudiar cómo están evolucionando los parámetros clásicos usados en los controles de maduración y calidad de variedades de uva típicas a lo largo del proceso de maduración en los seis países que integrarán el proyecto. En concreto se trata de Grecia, Austria, Eslovaquia, Italia, España y Rumanía.
A través del estudio se pretende conocer cómo influye el cambio climático en zonas tan distintas de latitud como La Mancha o Tesalónica (Grecia), y Niederösterreich (Austria) o Modra (Eslovaquia). Del mismo modo el proyecto también busca estudiar la influencia de este fenómeno en zonas tan separadas como es el caso de Albacete y Husi, territorio ubicado en la frontera entre Rumanía y Moldavia.
Otro de los objetivos del trabajo europeo en el que participará este instituto de Albacete es averiguar cómo están evolucionando los cultivos de viñedo en Alba, en el Piamonte (Italia) a más de 1.000 metros de altitud. Un proyecto que busca conocer si la afección se da en mayor o menor medida en todas las variedades de uva o si por el contrario, las tradicionales de las zonas han sufrido una menor afección de la calidad.
Los alumnos y el profesorado de FP de este instituto de Albacete se vuelcan en el estudio de la influencia del cambio climático en la vitivinicultura
Al mismo tiempo se trata de un proyecto que supone un cambio de paradigma en la formación profesional, y es que si hasta ahora esta se limitaba a la enseñanza de las demandas de las empresas, en este caso se trata de poder avanzar e investigar para ofrecer, a través de la formación avanzada del alumnado del Ciclo Formativo de Grado Superior de Industria Alimentaria, las últimas mejoras que se pueden aplicar en el campo de la vitivinicultura.
Además de con el profesorado y los alumnos de FP de este instinto de Albacete el proyecto cuenta con la colaboración de empresas del sector en todos y cada uno de los países. En el caso de Albacete, el IES Andrés de Vandelvira ha incluido a la cooperativa San Antonio Abad de Fuentealbilla y a la bodega Los Aljibes con el objetivo de trabajar con la realidad del sector en cada una de las regiones participantes.
Este innovador proyecto ha sido subvencionado con 189.000 euros por parte de la Unión Europea a través del SEPIE y es uno de los dos únicos en España del sector de la Formación Profesional que cuenta con un centro de Educación Secundaria y FP como coordinador, el IES Andrés Vandelvira. Además, será dirigido por el Doctor en Enología, José Félix Lara, actuando como coordinadora del programa la profesora albaceteña María Luisa Gaspar.
Como datos adicionales reseñables de este proyecto cabe destacar que uno de los socios del proyecto es el HBLAuBA Klosterneuburg de Austria, lugar oficial de la Asociación Austriaca de Enólogos con representación en la Unión des Oenologues, además es miembro de la Asociación de Universidades Internacionales del Vino (AUIV) de la OIV. Su personal científico está altamente formado y experimentado y está familiarizado con los procedimientos de los proyectos nacionales e internacionales además de poseer una revista científica propia, ‘Mitteilungen Klosterneuburg’, con factor de impacto internacional contando con revisores y censores científicos internacionales.
La problemática del cambio climático en la vitivinicultura
Según los últimos estudios las áreas tradicionales de cultivo de la vid se están viendo influenciadas de forma negativa a consecuencia del cambio climático. Incluso algunos estudios han puesto sobre la mesa que en los países de ámbito mediterráneo la reducción del área de cultivo puede suponer desde un 20% hasta un 60% de cara al año 2050. De este modo cabe destacar que entre las zonas más afectadas se encuentran países como España, Italia o Grecia, lugares en los que el cambio climático se está dejando sentir en mayor medida.
Todos estos cambios que está produciendo el cambio climático están favoreciendo la aparición de nuevas zonas de cultivo que cuentan con las condiciones propicias para desarrollar vinos con plenitud. En concreto estas zonas tienen entre sus características comunes aspectos como la altitud o la latitud.
La altitud y la latitud, claves de este proyecto que tendrá sello albaceteño
En relación a estos aspectos las bases del proyecto que coordinará el IES Andrés de Vandelvira recuerdan que de un tiempo a esta parte en las zonas tradicionales se están obteniendo buenos resultados cuando el cultivo tiene lugar en altura, especificando que la viticultura en altura presenta una ventaja evidente como es la mayor amplitud térmica. Así, la mayor diferencia de temperaturas entre el día y la noche favorece una maduración lenta de la uva que le otorga una composición adecuada de acidez, mejorando de este modo la calidad de la materia prima del vino.
Algunas de las características que están mejorando en estos vinos son el perfil fenólico, el contenido de azúcares y, sobre todo, lo relativo a los compuestos aromáticos. Y es que estos compuestos que son una de las cualidades, presentes en las uvas y más representativas del vino, se están viendo especialmente afectados por los cambios que el clima está experimentando.
Por todo ello cada vez es más frecuente encontrar zonas aptas para el cultivo de vid en latitudes norte antes insospechadas. Se trata de lugares que antes podían destinarse a cultivos de cereal pero que ahora se están transformando en viñedos que aprovechan la existencia de temperaturas y climas menos agresivos para una maduración adecuada de la uva. Ante este panorama existe una tendencia por parte de las bodegas con mayor capacidad de inversión en la búsqueda de lugares cada vez más elevados y frescos para plantar sus viñedos.
