Los últimos análisis realizados en Albacete muestran un descenso en la detección de material genético de COVID-19 en las aguas residuales después de los incrementos observados en la semana del 13 de diciembre con la detección de 10.000 Unidades Genómicas (UG) por 500 mililitros. En las muestras analizadas en el punto de entrada a la depuradora de Albacete, en los resultados de la semana del 20 de diciembre, se han detectado un total 1.200 UG por 500 ml.
Aguas de Albacete, encargada de la gestión de las instalaciones asociadas al ciclo del agua, como son la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) y la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), además de la red de alcantarillado, depuración de aguas residuales y control de la calidad del agua depurada y residual, continúa desarrollando un proyecto de alerta temprana que permite detectar posibles rebrotes del COVID-19 a través de la vigilancia de las aguas residuales.
Pendientes de la evolución de la pandemia en Albacete
En concreto, las últimas mediciones aportadas por Aguas de Albacete sobre la presencia del coronavirus en las aguas residuales de la capital recogen un descenso de este material genético con respecto a la medición de la semana previa. De este modo podemos observar que la medición realizada el pasado 20 de diciembre es ligeramente superior al dato registrado el 30 de noviembre, instante en el que se contabilizaban 550 UG por 500 mililitros.
Por tanto, tras el progresivo incremento de los contagios de COVID-19 notificados por Sanidad durante los últimos días en Albacete, cabría esperar también un aumento de la presencia del virus en las aguas residuales. Sin embargo, habrá que esperar a las nuevas mediciones de Aguas de Albacete para confirmar esta posible tendencia al alza.
Una medición por zonas
Es importante destacar que este dato no corresponde con la media obtenida tras el análisis del agua residual en las dos zonas o sectores en los que Aguas de Albacete divide la capital albaceteña. Aguas de Albacete cuenta con un plan de muestreo adaptado en el que se dispone de puntos de control seleccionados por criterios epidemiológicos que permiten detectar si hay presencia del virus, así como cuantificar cambios notables en la cantidad de material viral presente en el agua residual, algo que indicaría un posible rebrote o cambios en la evolución de los contagios.
En Albacete se han definido varios puntos de control a lo largo de la red de colectores en los que se ha establecido un calendario de muestreo de las aguas residuales. Además, dentro del esquema de cuencas de la ciudad, se han localizado los centros sanitarios de cara a establecer vinculaciones con las detecciones de material genético del del virus SARS-CoV-2. Esta sectorización del alcantarillado permite trazar el origen del virus cuando sea detectado.
Programa City Sentinel
El programa denominado City Sentinel es un observatorio digital para la monitorización de las aguas residuales que permite cuantificar la presencia del virus SARS-CoV-2 y, por tanto, posibles rebrotes. City Sentinel combina un plan de muestreo adaptado, análisis rápidos de RT-gPCR y acceso a un observatorio digital.
El agua residual es un factor determinante para la detección de posibles rebrotes ya que, aunque el virus no es viable en las mismas, si es detectable y cuantificable puesto que su máxima concentración se produce en las excreciones de las personas portadores durante la fase de incubación; tanto asintomáticas como las que posteriormente manifiesten la enfermedad.
Después de que las muestras representativas han sido recogidas y analizadas en laboratorios especializados en implantación de técnicas de PCR para matrices ambientales, los resultados se transfieren a una plataforma digital, en la que se pueden visualizar gráficamente los datos con un mapa dinámico de la ciudad que se sectoriza por zonas de influencia, lo que facilita trazar el origen del SARS-CoV-2.
La fiabilidad de estos análisis es sumamente alta ya que el laboratorio realiza los análisis por la técnica PCR cuantitativa (RTq PCR), utilizando para su identificación 3 genes específicos del SARS-CoV-2, por lo que ofrece una elevada especificidad. Además, se introducen controles positivos y negativos del virus para impedir falsos positivos o negativos, lo cual representa una ventaja de mayor fiabilidad frente a técnicas similares.