La Audiencia Provincial de Albacete tiene previsto juzgar desde el próximo lunes, 4 de junio, a J.M.P. , en aquel momento agente de la Policía Local de Albacete, aunque en el momento de los hechos fuera de servicio, por un presunto delito de homicidio, por el que pide una pena de prisión de 15 años. Además, al primo del acusado se le imputa un presunto delito de encubrimiento por el que solicitan 3 años de prisión.
Los hechos se remontan al viernes 15 de septiembre de 2017, cuando, según el escrito de Fiscalía al que ha tenido acceso El Digital de Albacete, Jairo y el acusado habían quedado en las inmediaciones del domicilio de la víctima, ya que ambos se conocían porque Jairo le vendía intermitentemente cocaína al acusado.
Así, Jairo dejó a sus hijos de 11 y 4 años en casa mientras se desplazó al lugar de encuentro con el acusado, subiéndose al coche de éste y recorriendo diversas calles de Albacete hasta llegar a la casa del agente de Policía Local que se encontraba fuera de servicio. Al llegar a la casa se dirigieron al trastero anexo a la vivienda donde discutieron sobre dinero.
Durante el camino al trastero, según Fiscalía, el acusado ofreció a la víctima algunos objetos como suyos como pago de una deuda económica, pero la víctima presuntamente lo rechazó.
Fue entonces, siempre según el relato de Fiscalía, cuando Jairo se dio la vuelta y ya se alejaba del trastero, caminando por la zona de pasillos para salir de la zona de trasteros, mientras que el acusado cogió un objeto de hierro, puntiagudo, de los empleados para atizar el fuego y golpeó a la víctima con este objeto en la cabeza, impactándole de lleno y dejándolo muerto con fractura de cráneo.
Tras esto, Fiscalía relata que el acusado envolvió el cadáver con mantas y plásticos y lo escondió en el trastero. Con el paso de los días los vecinos detectaron el olor que salía del trastero y se quejaron, momento en el que el acusado decidió deshacerse del cadáver, contando presuntamente para ello con la ayuda de su primo.
Fue el martes, 19 de septiembre, cuando el acusado por la muerte de Jairo y su primo sacaron el cadáver del trastero, lo subieron al maletero del coche y se fueron a un paraje del río Júcar, llamado Maldonado, entre Valdeganga y Jorquera, y desde un puente arrojaron el cuerpo al río, que fue localizado el 20 de septiembre por un vecino de la zona que vio un bulto flotando.
/Javier Romero/
