/Nacho López/
Hoy miércoles 26 de agosto de 2020 se cumple el tercer aniversario de la muerte de Dámaso González, el mejor torero que Albacete ha visto nacer y una persona que siempre ha sido tremendamente valorada y glorificada por todo aquel que tuvo la suerte de cruzarse en su camino.
Víctima de una enfermedad, Dámaso González decía adiós en 2017 a los 69 años y lo inesperado de la noticia sacudió a una ciudad como Albacete que se volcó y echó a las calles para dar el último adiós al ‘Rey del Temple’.
Instalada la capilla ardiente en la Plaza de Toros de Albacete, al día siguiente de su fallecimiento, familiares, amigos, allegados, profesionales del mundo de la tauromaquia y cientos de rostros conocidos llegados casi desde cualquier parte de España se congregaron en el coso de la calle Feria para despedir a Dámaso González mientras daba la que sería la última vuelta al ruedo en ‘La Chata’; su ‘Chata’.
De ahí a la Catedral y tras salir por la Puerta Grande y pasar al lado de la estatua que recuerda su figura en la plaza de toros, Dámaso y la comitiva fúnebre encaraban la calle Feria para en un hecho inaudito en la historia de la ciudad llevar el féretro a hombros desde el templo del toreo albaceteño al templo cristiano más representativo de la capital manchega.
Albacete todavía llora a Dámaso 3 años después de su muerte y aquellos que compartieron la vida de cerca con el ‘Rey del Temple’ no lo olvidarán nunca, porque aun habiendo sido una figura enorme como torero… su categoría como persona era todavía mayor a la que demostraba cuando cogía los engaños y demostraba como casi cualquier toro le valía para demostrar su arte y su toreo con hondura; fueran buenos, malos o regulares.
