El torero Julián López «El Juli» ha querido agradecer la labor del colectivo de cirujanos taurinos de España con un acto homenaje en su finca madrileña de El Feligrés, en Arganda del Rey (Madrid), y en el que estuvieron también presentes numerosos compañeros de profesión como Gonzalo Caballero o Javier Cortés, dos de los heridos de mayor gravedad que dejó la pasada temporada.
El acto ha tenido lugar al término de una jornada campera en la que los alumnos de la escuela taurina de la Fundación El Juli han compartido una clase práctica para disputarse el décimo tercer trofeo que falla este centro docente en tauromaquia y que, por tercer año consecutivo, se ha llevado el becerrista Álvaro Chinchón.
Posteriormente, y durante la celebración de una comida en la propia finca, se ha rendido un homenaje a la Sociedad Española de Cirugía Taurina, representada por varios de los médicos más prestigiosos del panorama nacional como son Máximo García Padrós (cirujano de Las Ventas), Carlos Val-Carreres (cirujano de la plaza de Zaragoza) y Pascual González Masegosa (cirujano de la plaza de Albacete).
Masegosa ha sido el encargado de recibir el galardón que premia al trabajo realizado por este gremio tan importante para los que se visten de luces, de ahí que se les considere los «ángeles de los toreros».
El galeno manchego ha recibido dicho galardón de manos de Miguel Abellán, matador de toros y actual director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, quien ha asegurado que «nunca serán suficientes los homenajes que les rindamos a estas personas que nos han salvado la vida a todos los que nos ponemos delante de un toro».
Otros médicos homenajeados han sido Máximo García Padrós, quien ha recibido el galardón de manos de dos de los toreros que pasaron por sus manos la temporada pasada, Gonzalo Caballero y Javier Cortés; y Carlos Val-Carreres, que recibió el último trofeo de la mañana de manos, precisamente, de Julián López «El Juli».
El Juli ha reconocido que estos premios ponen en valor «los grandes cirujanos que tenemos».
«Cuando te hiere un toro pones tu vida en manos de una persona que no conoces pero a la que te une un vínculo muy bonito. La sensación que siento al verles es de un agradecimiento eterno. Todos hemos tenido momentos en los que, sin su actuación brillante, nos habríamos ido”, ha apostillado.
El acto ha sido clausurado por Ignacio López, hermano del Juli y director de la escuela, con un sentido homenaje póstumo a otro doctor, Enrique Alcorta, que formó parte muchos años del equipo médico de Las Ventas y que estuvo muy ligado a la carrera de El Juli desde niño, ya que por su cercanía geográfica y por amistad, le hacía las curas de muchas cornadas.