/Llanos Esmeralda García/
La Junta de Personal de la Administración General del Estado en Albacete, denunciaba hace un año la situación “precaria” que viven los trabajadores del Centro Penitenciario ‘La Torrecica’ de Albacete. El vicepresidente de la Junta de Personal, Andrés García, ha detallado a El Digital de Albacete que ya “denunciamos en su momento la falta de medios humanos, materiales y el incremento en el número de internos”, incidiendo en que “la falta de personal es aún mayor transcurrido un año, y se espera que durante este año la situación empeorará”.
Matiza García que “la falta de medios humanos está generando tensiones en el Centro, hay menos trabajadores, se van jubilando, van pasando a segunda actividad y en los módulos cada vez hay menos gente”; a lo que añade “se parchea esta situación durante tres meses con los funcionarios que anualmente o cada dos años entran por oposición y comienzan en prácticas, transcurrido ese tiempo la inmensa mayoría se van porque tienen un destino, a lo que hay que sumar que los trabajadores les tienen que enseñar, con lo cual la atención ya no es la misma”, incidiendo en que “la falta de personal lleva muchos años y no solo en esta cárcel, sino en todas”.
“No se han repuesto las jubilaciones”, insiste García, “la tasa de reposición comenzó siendo un porcentaje y ahora es de cero. Funcionario que desaparece, funcionario que se jubila, funcionario que no se repone”. Actualmente el número total de trabajadores que hay en el Centro aproximadamente es de 170 (entre funcionarios y laborales, no todos están con los presos), por ello García matiza que los datos con los que cuentan “es que aproximadamente a finales del año pasado faltaba un 12% de la plantilla en la cárcel de Albacete”, y asegura que “a partir de junio podría pasar al 20% de la plantilla por la no reposición”.
A la falta de personal funcionario se une el aumento de presos en las instalaciones de ‘La Torrecica’, “haciendo insostenible la situación actual en dicho Centro Penitenciario, con la consiguiente merma, tanto en la seguridad de los internos, como de los trabajadores, así como una deficiencia en la calidad del servicio público encomendado”, desgrana García. Actualmente conviven sobre 300 presos, cuando detallan desde la Junta de Personal de Albacete que la capacidad de la cárcel aproximadamente es de 250, “existe un hacinamiento”.
Insisten desde la Junta de Personal de la Administración General del Estado en Albacete en que estas circunstancias han ido generando “un clima de tensión continuada entre la Dirección del Centro y los trabajadores del mismo. La actitud por parte de los responsables del Centro podría considerarse irrespetuosa, tanto para con los trabajadores cuanto para con sus representantes sindicales”.
Protocolo
Una situación que se “agrava” con la circunstancia de que el colectivo de trabajadores de prisiones está “excluido del protocolo de agresiones que actualmente se aplica a los empleados públicos de la Administración General del Estado”. Así, esta Junta de Personal defiende que se aplique la legalidad vigente, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y el Acuerdo Marco Europeo contra la violencia en el trabajo, así como la inclusión de este colectivo en dicho protocolo, ya que asegura García “están en un limbo, ¿si se le agrede a un funcionario o hay una trifulca qué pasa?”.
Los propios funcionarios del Centro Penitenciario albaceteño señalan que existen amenazas constantes, “el otro día amenazaron de muerte a un funcionario”, señala García así como intentos de agresión “en los que hay que reducir a los presos, con lo que los funcionarios están en constante tensión”.
El incidente más grave tuvo lugar en abril del año pasado, debido a las agresiones sufridas por un interno contra cuatro funcionarios, uno de ellos resultando herido y tuviendo que ser atendido en el Hospital; o hace pocos años una agresión a una funcionaria en el módulo de mujeres, a lo que se suma, la tensión existente con los familiares cuando entran y salen del Centro. Actualmente los funcionarios del Centro, incide García, «no tienen los medios coercitivos necesarios para defenderse».