/Llanos Esmeralda García/
La fragmentación en tres del servicio de gestión de los centros socioculturales de la ciudad, detalla el concejal de Obras Públicas del Ayuntamiento de Albacete, Julián Garijo a El Digital de Albacete viene determinado porque “a principios de 2015 el Tribunal de Cuentas nos planteó una observación respecto a un contrato de los que estaba en vigor, y que se le remitió en su momento, que era el del año 2012, ese contrato casualmente era éste, el de Servicio de limpieza y conserjería de Centros Socioculturales y de repostería de los club de jubilados y otras dependencias de los servicios de Acción Social”. Contestaba así el edil a la denuncia de «despilfarro» que realizaba en este sentido el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Albacete Modesto Belinchón.
El dictamen del Tribunal de Cuentas vino a decir que “debido a la heterogeneidad de las múltiples prestaciones incluidas en el objeto de contrato, que son: el servicio de limpieza, conserjería y control de accesos y servicios de repostería; se recomienda tramitar contratos independientes para los distintos servicios ya que de lo contrario implicaría un riesgo de limitación de la concurrencia”, especifica Garijo, y es que las recomendaciones del Tribunal de Cuentas son un término jurídico que lleva un seguimiento posterior y que si no se hace “puede llevar incluso a responsabilidad contable”.
A la vista de este informe, los técnicos municipales del jefe de servicio de contratación y los servicios jurídicos así como los mismos técnicos municipales decidieron que “el contrato que se estaba licitando, porque el otro se iba terminar, se anulara y se separara en tres: (no es una decisión política sino del Tribunal de Cuentas y del jefe de servicio de contratación que lo recomienda) se fraccionó, incluso en el propio informe del Tribunal de Cuentas nos decía que recomendaba esto porque en el último contrato que se licitó ellos detectaron que se presentaron solamente dos empresas” detalla Garijo ejemplarizando otros contratos de este tipo: «en 2006 en el contrato que había de limpieza, ropero, duchas y comidas del CAISHP solo se presentó una empresa; en 2007 el contrato de servicio de limpieza vigilancia, mantenimiento y control de centros socioculturales y repostería de los centros de mayores de Albacete, solo se presentó una empresa; en 2009 el contrato de limpieza, comidas y lavanderías del centro de mujeres víctimas de violencia de género al que solo concurrieron dos empresas; y sin embargo, en el expediente de 2015 de repostería de los clubes de jubilados ya separados concurrieron 23 empresas, incluso este jueves hay una mesa de contratación de un contrato de conserjería del centro sociocultural de los que falta por adjudicar y en ese se han presentado 11 empresas”, por lo que matiza Garrido que “algo de razón parece ser que llevaba el Tribunal de Cuentas”.
Reglamentariamente las Administraciones locales tienen que enviar al Tribunal de Cuentas los contratos adjudicados que excedan de ciertas cantidades (600.000 euros los de obras, 450.000 los de suministros y 150.000 los servicios y administrativos especiales, incluyendo prórroga y excluyendo IVA) en los tres meses posteriores a la firma de los contratos. Además se envía al Tribunal de Cuentas un listado completo anual de todos los contratos que efectúa el Ayuntamiento.
En cuanto al “sobrecoste» que ha detallado el portavoz municipal socialista en el servicio de gestión de los centros socioculturales de la ciudad por parte del Ayuntamineto, Garijo ha insistido en que “lo ha multiplicado por cuatro, y si lo multiplica por 10 es más todavía. No se por qué lo ha hecho. Este contrato que va este jueves a mesa de negociación es de 2 años más otros dos años de prórroga, pero los que vienen de antes, el de repostería y limpieza no tienen por qué coincidir en el tiempo”.
Ese “sobrecoste» en licitaciones donde el peso de las licitaciones, asegura Garijo, “recae el 90% en el precio y el resto de causas son sociales y laborales” pone de ejemplo el que va a la mesa de negociación “en este contrato se ha reforzado con dos contrataciones más, a parte de las que había, a través del Plan Albacete Integra y otra parte que está contratada que está en vigor un contrato con la fundación ASLA. Por un lado me dicen que incluyamos cláusulas sociales en los contratos, las incluimos, y por otro dicen que son un sobrecoste y un despilfarro”.
Insiste así Garijo en que la decisión de fragmentar en tres el servicio de gestión de los centros socioculturales de la ciudad parte de una recomendación del Tribunal de Cuentas, “no es ninguna decisión de nadie”, y si “utilizamos la demagogia del portavoz municipal socialista este “sobrecoste» sería la septuagésima parte de la deuda que tenía el Ayuntamiento con una sola empresa cuando se fue el PSOE y entró el PP en 2011”.