Un hombre se sentará en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal Tres de Albacete el próximo 1 de diciembre por un presunto delito de lesiones. El acusado se enfrenta a una petición del fiscal de 3 años de prisión y a la prohibición de aproximarse a las dos personas que presuntamente agredió a una distancia inferior a 500 metros, a cualquier lugar donde se encuentre, así como acercarse a su domicilio, a su lugar de trabajo y a cualquier otro que sea frecuentado durante 5 años así como la prohibición de comunicación con la víctima que le impida establecer con ella, por cualquier medio de comunicación o medio informático o telemático, contacto escrito, verbal o visual, durante 5 años.
Además, a petición del fiscal el acusado deberá de indemnizar a una de las presuntas víctimas en 2.325 euros por los días de curación y secuelas; y en 425 euros a la otra.
Acusación
El escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso El Digital de Albacete, informa de que en Albacete, sobre las 12:00 horas del 9 de marzo de 2015, el acusado se desplazó hasta un establecimiento de reciclaje de la ciudad donde descargó en el suelo los materiales de chatarra que había llevado, y no sobre la báscula, «tal y como le reprochó uno de los empleados al acusado, quien cogió un martillo que llevaba en su vehículo y le asestó un martillazo en el brazo derecho». A consecuencia de la presunta agresión el empleado sufrió una contusión postraumática con hematoma en la región interna del antebrazo derecho.
Otro de los empleados, especifica el fiscal, «al comprobar que su compañero estaba siendo agredido por el acusado, se acercó hasta donde se encontraban momento en el que el acusado le dio un martillazo en la boca y, a continuación, extrayendo una navaja que llevaba, le asestó un navajazo en el muslo». A consecuencia del navajazo, detalla el fiscal, el agredido sufrió una herida en el muslo izquierdo, de un centímetro y medio de diámetro, quedándole como secuela una cicatriz.
Mediante auto de 11 de marzo de 2015, el Juzgado de Instrucción impuso al acusado medidas cautelares de prohibición de aproximación a cada víctima que le impide acercarse a una distancia inferior a 500 metros.