/ Llanos Esmeralda García /
El Juzgado de lo Penal 3 de Albacete ha condenado a una mujer a 3 años y medio de cárcel por un delito de robo con violencia. La sentencia establece que la condenada, ex cuidadora de la víctima suministraba lexatín para hacerse con el dinero que tenía; además, deberá de indemnizar a los herederos de la víctima en 590 euros.
Hechos
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso El Digital de Albacete, establece en sus hechos probados que la condenada, en prisión provisional por esta causa desde el día 28 de agosto de 2015, fue contratada a finales de julio del mismo año como interna para cuidar a una mujer de 87 años de edad, así como para realizar las labores domésticas en el domicilio de Albacete, tareas que desempeñó del día 26 de julio hasta el 7 de agosto de 2015.
Dicta la sentencia que durante el tiempo que la acusada se encontraba en el domicilio, «sin que la mujer lo advirtiera y sin que por tanto pudiera oponerse a la sustracción del dinero, procedió a suministrarle comprimidos de Lexatin que disolvía en la leche del desayuno, lo que provocaba que la señora entrara en un estado de somnolencia. Así, el 4 de agosto de 2015, tras lograr que se quedara dormida tras el suministro de Lexatin, procedió a abandonar temporalmente la vivienda para regresar horas más tarde, teniendo que recurrir a un familiar de la mujer para acceder al interior de la vivienda, ante el estado de semiinconsciencia que presentaba la mujer, o como sucedió el día 6 de agosto de 2015, en que tras administrar la acusada Lexatin a la señora familiares de ésta tuvieron que avisar a los servicios médicos, por el estado de inconsciencia en que se encontraba, siendo trasladada en ambulancia al Hospital General de Albacete, donde quedó ingresada hasta el día 12 de agosto, que fue dada de alta una vez se recuperó».
El 8 de agosto de 2015, se efectuó en el Hospital una analítica de orina a la mujer que confirmó la presencia en la misma de benzodiacepinas, principio activo del médicamente Lexatin, que según la sentencia «fue hallado junto a otros medicamentos en la habitación que ocupaba la acusada cuando vivía en casa de la mujer sin que tuviera prescrito, entre la medicación que tomaba para sus enfermedades crónicas, ningún fármaco que contuviera benzodiacepinas».
