/ Llanos Esmeralda García /
El terror ha golpeado esta mañana de martes Bruselas con una serie de explosiones que han afectado el aeropuerto y una estación de metro causando una treintena de muertos hasta el momento y cientos de heridos. El suceso ha tenido lugar con una doble explosión en el área de salidas del aeropuerto de Bruselas-Zaventem Bélgica poco antes de las ocho de la mañana lo que ha provocado el cierre de las instalaciones y la cancelación de los vuelos, y en apenas media hora más tarde, se ha registrado una nueva explosión en el metro de Bruselas, en la estación de Maelbeek, muy cerca de las instituciones europeas, quedando clausurada.
Cerca de esta estación de metro, en la Embajada Española en Bruselas, se encuentra Santiago Arroyo, natural de Tomelloso pero muy vinculado a Albacete (donde cursó un Master de Marketing en la UCLM e incluso trabaja con la Junta elaborando planes culturales) ha detallado a El Digital de Albacete que fue a Bruselas este fin de semana con la intención de realizar unas jornadas para jóvenes emprendedores españoles del ámbito de la cultura con el Ministerio de Empleo, “tuvimos ayer la primera parte de la jornada, un taller para desarrollar un producto cultural en Bélgica y esta mañana cuando hemos despertado todo el mundo ha empezado desde España, supongo al ver las noticias, a mandar mensajes tipo: “¿Estás bien, te ha pasado algo?” y a partir de ahí he hablado con la Gestora Cultural de la Embajada quien me ha informado de todo lo sucedido. La gente está un poco dispersa y apoyándonos, estamos en el barrio donde ha ocurrido la explosión, en la parada del metro de Maelbeek, cerca del Parlamento, toda la gente del edificio de la Comisión está comenzando a salir a la calle, descolocada, llamando por teléfono”. Insiste en que lo único que se oye dentro de los edificios son las continuas sirenas y helicópteros, “sin parar”, indica que “el Gobierno ha dicho que nadie salga de los edificios, incluso los colegios están cerrados con los niños dentro. Yo tendría el vuelo esta noche a las 21.00 horas pero no se todavía, parece que Charleroi opera, pero está a 50 kilómetros al sur y todavía no sabemos, está todo el mundo pendiente de qué está pasando y hay poca información”. Una situación que espera no vaya a más “estamos respirando porque donde ha explotado la bomba es un sitio donde están todas las administraciones públicas, donde todo el mundo tiene que bajar en esa parada para ir al trabajo y ha sido una hora en la que llega la gente a trabajar. Sientes impotencia porque no se sabe nada, falta información”.
Una situación de la que Arroyo ha dicho tener “miedo” porque “se pierde la libertad de movimiento y ahora parece que no hay ningún lugar donde ir, está todo cerrado desde los sitios más simbólicos como los museos hasta las instituciones públicas, la sensación es de miedo. Creo que quien no tenga miedo miente porque es algo como si estuviera todo fuera de control. Han decretado alerta máxima y no paran las sirenas de sonar y los ruidos de tenerlos en la cabeza taladrándote”.
Son muchas las personas que se han interesado por la situación de este castellenomanchego, quien matiza que incluso a través de las redes sociales han intentado contactar con él, “en mi página de Facebook está todo el mundo preocupadísimo porque aquí los teléfonos están bloqueados, y muchos incluso me están mandando emails con “No me coges el teléfono, ¿estás bien?”. Nosotros estamos tranquilos porque estamos aquí pero la gente está con pánico fuera, estamos con el miedo en el cuerpo de no saber qué hacer. Yo no sé si me quedaré aquí cinco días, si voy a poder volver a España en breve, si voy a poder ir al hotel a recoger mi maleta del guardarropas porque yo no tengo casa aquí, no sabes qué hacer ni dónde ir, haré lo que me digan los amigos de la embajada. No paran de sonar sirenas, no se acaban nunca y llevamos así desde las 08.30 horas, eso es lo difícil. Si el aeropuerto está cerrado y las fronteras, es la mayor complicación en este momento”.