Este miércoles el Juzgado de lo Penal Bis de Albacete acogerá una sesión en la que está acusado un hombre presuntamente por llevar a cabo un delito de agresión sexual por el que Fiscalía pide una pena de dos años de prisión y libertad vigilada durante tres años así como la prohibición de aproximarse a la víctima a su domicilio, lugar de trabajo y cualquier otro lugar en el que se encuentre o frecuente en un radio de 500 metros y la prohibición de comunicación con la misma por cualquier medio durante tres años en ambos casos. Además, el acusado se enfrenta a otro delito de amenazas por el que le piden un año de cárcel y prohibición de aproximarse y comunicarse en los términos anteriores por un periodo de dos años con la víctima; así como una falta de lesiones por la que se estipula una pena de multa de 720 euros. El acusado tendría que indemnizar a la víctima en 1.625 euros por lesiones y en 3.000 euros en concepto de daño moral.
Acusación
El Digital de Albacete ha conocido tras el escrito de acusación de Fiscalía que el acusado, de nacionalidad colombiana, sobre las 08.00 horas del 29 de marzo de 2014, “tras haber pasado la noche en compañía de unos amigos, se dirigió al domicilio de uno de éstos en Albacete, vivienda a la que asimismo acudieron la novia de éste, así como una amiga común (víctima en estos hechos), y al llegar al domicilio ésta se introdujo en la habitación que había ocupado en otras ocasiones en las que había pernoctado allí, cerrando la puerta”.
Minutos después, detalla el fiscal, “movido por el ánimo de satisfacer su instinto libidinoso, el acusado accedió al dormitorio en el que se hallaba la mujer a la que, sin mediar palabra alguna, intentó bajar los pantalones, rompiéndole las medias, a la vez que ella le decía que le dejara en paz a la vez que se resistía físicamente a la acción del acusado, quien se marchó de la habitación para regresar a la misma en ropa interior transcurridos unos instantes”. Una segunda vez en la habitación, refleja el escrito de acusación, “el acusado intentando nuevamente bajarle los pantalones a la mujer, resistiéndose ella y forcejeando, hasta que en un momento pudo coger el teléfono móvil, momento en el que el acusado se marchó de la habitación manifestándole que la iba a matar y se dirigió a la cocina en busca de un cuchillo que dejó en la mesa del salón, al advertir la presencia del amigo, circunstancia que aprovechó la víctima para marcharse corriendo de la vivienda”.
Como consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió “hematomas en piernas y brazos, erosión y hematoma en muslo izquierdo, erosión en pierna derecha, cervicalgia postraumática, abdominalgia, y cuadro de ansiedad”.
