En la ladera del Cerro de San Cristóbal se halla la localidad de Alcaraz, enclave en el que el Renacimiento es la época en la que recupera la fuerza y la posición que merece.
Podemos encontrar en Alcaraz las micro reservas naturales de “Los Batanes” y “El Santo”, también llamado “Escorial”. Debiendo realizar la visita más que recomendable al “Santuario de Cortés”, lugar de peregrinación.
La Plaza Mayor destaca como conjunto arquitectónico. Monumental y sobria, envuelta en solemnidad se abre sobre el saliente de la plazuela de la Trinidad. Está gobernada por dos torres añejas, la de la iglesia y la del Tardón,
Esta plaza ofrece otros el Ayuntamiento, la Lonja del Corregidor y la Regatería de sobrio clasicismo. Pero no es el único lugar con detalles, ya que también merece la pena conocer la puerta de la Aduana, La casa de los Galiano, El Santuario de Nuestra Señora de las Cortes, El Monasterio de Santa María Magdalena, el convento de San Francisco o la Torre do Grogojí. Son algunos de los tesoros que esconde entre sus calles y parajes este bello pueblo alcarreño.
En los alrededores encontramos en la colina el Castillo, casi en ruinas merece el paseo por el campo y los tramos a pie de su antigua fortaleza, desde donde la vista del pueblo y de parte de la comarca nos conforta.